Emilia y Nicolás son ingeniero comercial; Pablo, ingeniero forestal. Los tres tienen 24 años y hace uno los une Mi Choapino. Negocio creado por ellos con el cual le dieron un giro a los clásicos limpiapiés.
En muy poco tiempo estos socios se ganaron un espacio en la industria de artículos para el hogar con sus productos hechos a la medida, firmes, capaces de soportar a cualquier perro rabioso, con diseños al gusto del cliente y de material antideslizante para que nadie sufra si da un mal paso.
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Mordiscos
«Solucionamos un problema común en todo aquel que tiene un perro como mascota. Ya que la estructura de fierro evita que los perros se coman el choapino, lo cual causaba más de un dolor de cabeza para sus dueños», aseguran a Esfuerzo Pyme y Publimetro los socios.
«Partimos en diciembre de 2019, porque la mamá de Emilia vendía unos limpiapiés a muy baja escala de producción y se nos ocurrió industrializar lo que ella tenía. Desde ahí hemos ido evolucionando. Sacando más productos. Creciendo hasta lo que somos hoy en día», detallan sobre sus comienzos, en los que confiesan, sabían bastante poco del rubro. «Hemos ido creciendo de forma orgánica. Sobre la base a la demanda que hemos tenido y nos ha ido muy bien», cuentan.
Choapino de fibra de Coco
Sus ventas las realizan a través de su cuenta Instagram @michoapino y está en proceso la construcción de su página web.
– ¿Cómo se confecciona un limpiapiés premium?
– Los nuestros son de material de fibra de coco. Tenemos limpiapiés muy premium, que vienen con estructura de fierro. La cual tiene la gracia de que prolonga considerablemente la vida útil del producto.
-¿Por qué más son premium?
-Porque vienen decorados con finas terminaciones en las esquinas y lo bueno es que, al ser de fierro, cuando se desgastan y la gente lo quiere reemplazar, solo tiene que comprar la alfombra. Obviamente, la que también vendemos nosotros y en las grandes tiendas. Junto con los premium también tenemos una línea accesible a todo el mundo. Nuestra gama de productos nos ha permitido entrar a distintos segmentos a través del tiempo.
– ¿Cuál es el mayor valor agregado de sus choapinos?
– Lo que nos ha hecho crecer y distinguirnos es que hacemos diseños personalizados para los clientes. Ellos pueden poner los dibujos que quieran. Nos piden de todo. Por ejemplo, nos mandan la foto de su perro para que la repliquemos en el limpiapiés, frases divertidas, cosas de Harry Potter, de otras películas.
Limpiapies ecológicos
Junto con ser resistentes y embellecer las entradas de los hogares con diseños exclusivos, los creadores de Mi Choapino destacan que se trata de un producto que contribuye al medio ambiente. «Esto gracias a que las estructuras de fierro que caracterizan a nuestros choapinos alargan considerablemente su vida útil, reduciendo así el nivel de consumo de limpiapiés de fibra de coco (compuestos en un 50% de PVC y un 50% de fibra de coco) y con ello disminuimos todos los costos y emisiones que dicho proceso productivo conlleva», explican
– ¿Cuánto tardan en hacer uno?
– Con estructura de fierro y sin ningún tipo de diseño tenemos despacho todos los viernes, y cuando es con dibujo una semana.
Recuerdos
– ¿Qué recuerdan de sus primeras ventas?
– Fue súper lento, porque partimos bien inseguros, con un solo tamaño y haciéndolos altiro con fierro.
-¿De cuánto fue esa producción?
– Hicimos cinco unidades, después 10 y así. Con el tiempo fuimos mejorando muchas cosas; por ejemplo, antes los limpiapiés no tenían la alfombra antideslizante y la gente a veces nos decía que se resbalaba.
Emprender
– ¿Cómo ha sido la experiencia de emprender?
– Es harto trabajo, esfuerzo y dedicación. Por eso, hay que ser muy empático y buena onda con la gente que te rodea, como son los proveedores y trabajadores. Nuestro lema es dejar a todos contentos.
– ¿El cliente siempre tiene la razón?
– Cuando alguien alega, nosotros personalmente lo llamamos por teléfono y buscamos soluciones hasta que queden todos contentos. Tenemos un feedback muy positivo con los clientes, una relación súper cercana con ellos, eso es primordial.