Cursos de manicure gratuitos por la web. Y a eso hay que sumar tips para manejar las finanzas, administración y el manejo de redes sociales. Según la gente de Sedúcete, todo lo necesario para lo que esperan sea el salón de manicure de sus alumnas.
PUBLICIDAD
Ya se sabe que las más afectadas por el desempleo en esta pandemia, fueron las mujeres. Por eso esta empresa dedicada al rubro de la belleza, decidió potenciar su academia online enfocada a la estética de las uñas.
Rentabilidad, flexibilidad y hasta escoger los propios horarios, son las ventajas que otorga emprender y ser su propia jefa. Más aún en un mercado que está creciendo aceleradamente como el de la manicure.
“Las peluquerías se popularizaron hace muchos años ya en el país. En tanto, el fenómeno de los salones uñas es un rubro que llegó hace poco tiempo pero que ha generado una influencia explosiva”, cuenta Diego Otárola, Gerente Corporativo de Sedúcete, a Esfuerzo Pyme y Publimetro.
Academia gratuita
El objetivo de la academia es empoderar principalmente a las mujeres que buscan generar nuevos ingresos. Esto a través de cursos que son impartidos de manera online y totalmente gratis en la web https://academia.seducete.cl/.
“Son cursos bien completos que no sólo abarcan lo propiamente tal de la manicure, sino también cómo armar y promocionar tu propio negocio. En la web hay harto contenido bueno y de calidad, al que se le puede sacar mucho provecho”, explica Maureen Peñailillo, una de las profesoras de Sedúcete.
– ¿Qué busca Sedúcete al agregar cursos complementarios como: finanzas, publicidad, etcétera?
PUBLICIDAD
-Las academias cada vez deben ser más integrales. No sólo enseñar la especialidad. En otros cursos de manicure terminas tal vez sabiendo de uñas, pero nada de cómo hacer una boleta, sacar fotos a lo que haces, hacer un Instagram para promocionarte, y eso ahora es muy importante para destacar. Nosotros en Sedúcete buscamos que nuestras alumnas salgan lo más preparadas posibles para enfrentar el mercado y no tengan miedo ni dudas para emprender.
-En lo propiamente referido a la manicure, ¿parten de lo básico?
– Los primeros cursos están dirigidos a personas que ya tienen base en la manicure: saben cortar, limar y repujar los contornos de las uñas. Dependiendo de cómo vaya la web, iremos abarcando cursos básicos. Por ahora estamos con acrílico y diseño.
– ¿Cómo están diseñados los curos, por ejemplo, en de acrílico?
– Se inician con cuatro cápsulas que son gratuitas. Eso es la base de manejo del acrílico. Uno ingresa a la página, hace su cuenta y parte estudiando. Una vez terminados, tiene la opción de especializarse y certificarse por la marca de producto que elija.
– ¿Cuánto vale esa especialización?
–Son $29.990. Son baratos. Además, les ofrecemos descuento en la compra de los productos necesarios. La manicure es un rubro entretenido. Da para hacer su propio emprendimiento como ingreso principal o para complementar el trabajo que ya tienen.
Cursos de manicure
Macarena Meneses tiene su propio emprendimiento como manicurista. En Sedúcete aprendió hacer uñas acrílicas y diseño a mano alzada. Esto es último es lo que más le gusta “porque me encanta hacer arte en las uñas. Eso es lo que me apasiona”.
– ¿Y qué tipo de diseños haces?
-Diseño abstracto, caricaturas. Hago de todo un poco, me gusta variar. Me atrevo. Si tengo que ocupar cristales, los ocupó; colores neón, también, pero me acomodo a la clienta.
Le empezó a gustar el tema de la manicure viendo cómo le hacían las manos a su mamá. Tenía como 12 años. Hablamos de 1999. Ahí veía trabajar a una brasileña “que hacía un trabajo muy bonito y muy bien acabado”. Recuerda específicamente flores que pintaba con un pincel a mano alzada.
– Ahí comenzó la pasión.
-Primero viendo cómo me hacían las uñas. Luego, mi mamá comenzó a comprarme los esmaltes, corta cutículas y el repujador. Ensayaba con las uñas de mi mamá y con las mías.
El negocio
Ya con experiencia y pulso, agregó a las amigas a la clientela. Luego, a las amigas de las amigas. También fue aprendiendo otras técnicas.
-Tu negocio, ¿cuándo partió?
-Para mí esto era una afición. Tenía otros planes: estudiar una carrera universitaria y a eso me dediqué.
Partió con diseño, pero duró el empuje un año y medio. Problemas de salud le hicieron abandonar la carrera. Luego, se fue a teatro. Tampoco era lo suyo. Mientras esto pasaba, durante los veranos volvía a las uñas trabajando en distintos locales.
“Saliendo de teatro, el 2018 me vino una crisis. Quedé tumbada en la cama. No quería hacer nada. Estuve siete meses encerrada en mi pieza sin ganas de actuar, sin ganas de uñas, sin ganas de nada”, recuerda Macarena.
– ¿Cómo saliste de eso?
-Un amigo me dijo: “Tienes que hacer algo para no seguir hundiéndote en la pieza. Ocupa tu mente en algo”. Me levanté, me di cuenta de que mi mamá estaba guardando cosas en una habitación chica. Y me apoderé de ella antes que la convirtiera en bodega. Puse un escritorio roñoso que tenía, y levanté mi estudio.
-Ese fue el impulso decisivo.
-Sí, convertí esa pieza en mi estudio. Partió como una forma de mantenerme ocupada. Empezó a llegar gente. Una amiga, una amiga de una amiga, familiares y ahora ese es mi taller, mi emprendimiento. Y me llena de orgullo.
Escucha completa la historia de Macarena