Frutas y verduras frescas es una necesidad diaria para hogares, negocios, restaurantes y hoteles. Y para que el término “fresca” sea real, la distribución y logística, lo que hace que los productos lleguen a tiempo, son muy fundamentales.
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Cumplir a cabalidad con el término “fresca” es la misión que se autoimpuso Trapi. Plataforma digital de comercialización de productos frescos especializada en el canal Horeca: HOteles, REstaurantes y Cafeterías.
Frutas y verduras frescas
“Trapi es un software que creamos para poder establecer y mantener una cadena de suministro de frutas y verduras frescas. Trabajamos con almacenes de barrio y restaurantes pequeños, pero también con cadenas de restaurantes y con empresas más grandes suministrando frutas y verduras siempre de primera categoría y directamente al comercio”, comenta a Esfuerzo Pyme y Publimetro Juan Pablo Campos, CEO de la empresa emergente agrícola-digital.
– ¿Cómo lo hacen para cumplir esa promesa?
-Planificamos bien la logística para encargar cantidades definidas por semana a los agricultores. Esto permite coordinar adecuadamente con nuestros compradores el traslado de la mercadería fresca, optimizando rutas y tiempos.
Debido a la alta demanda que han tenido en este primer periodo, han ido ampliando la oferta considerando los requerimientos de la industria gastronómica. Hoy cuentan con 15 productos estrella, siendo los más vendidos papas, tomates, cebollas, pepinos de ensalada, limones y zapallitos italianos.
Una cadena demasiado larga
Esta idea, según explica Juan Pablo Campos, surgió por dos hechos. Uno, por un asunto logístico. Expertos en este rubro del transporte y con conocidos que compraban estos productos, “siempre se quejaban de lo mismo: que el rubro era muy informal. Que de repente llegaban y otras no, que la variabilidad del precio era mucha”.
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Y dos, “veíamos como los restaurantes, los almacenes de barrios compraban estos productos y los ofrecían a la gente a precios que eran altos en general. Nosotros manejábamos el precio al que se compraban estas frutas y verduras, y sabíamos que era súper barato y llegaban al cliente final a un valor bastante alto”, comenta Campos.
-Es un alegato muy común, y el que se lleva el reclamo es el almacenero.
-El que estos productos sean caros no es su culpa. Ellos son el tercero en la cadena.
-A ver, ¿y qué cadena es esa?
– El producto va del campo a un packing o va del campo a Lo Valledor o inclusive a otro intermediario antes. Luego de eso llega al comercio local, al restaurante, y claro ya han pasado por 2 o 3 manos distintas y hay 2 a 3 márgenes que hay que pagar. Y el cliente final no es que esté pagando un producto caro si no que está pagando esas 2 o 3 cadenas que hubo antes que él.
– ¿Cómo lo solucionan ustedes?
-Trapi es un proveedor directo del campo. Por eso somos más baratos, porque no tenemos intermediarios. Queremos que la gente no pague un sobre precio. Queremos que las personas paguen lo que vale sin que otra persona se esté forrando con esos mega márgenes. Esa es la apuesta de Trapi.
– ¿Y el tema de la calidad?
-Cuando compramos un bins de limones, que son 450 kilos, revisamos uno a uno a mano. Dejamos los malos a un lado para venderlos como fruta imperfecta y los otros los seleccionamos como si se los fuésemos a mandar a nuestras mamás.
Nuevo trato
Otro punto que destaca Juan Pablo Campos a Esfuerzo Pyme y Publimetro sobre Trapi es el nuevo trato con los dueños de locales como con el agricultor: “Hemos vuelto a darle el valor que se merecen a los agricultores. Están bastante contentos trabajando con nosotros, pese a que nacimos hace poco, ven formalidad, seriedad y que estamos apuntando a crecer más”.
“Trapi es una empresa que al igual que nosotros se caracteriza por tener productos de primera selección, claro que, adaptándose a la exigencia del mercado. Por eso estamos trabajando de la mano para brindar lo mejor al consumidor”, comenta Janeth Flores, gerente de logística comercial y ventas de Agrícola.
En tanto los locales como el Casino Mersan, del matrimonio Regina Burgos y Harold Núñez, buscaba proveedores desde el inicio de la pandemia: “La idea es que no sólo te den buen precio, también debían tener buenos tiempos de respuesta y con buena calidad. Con Trapi hemos ganado en el recurso más importante que el dueño de un restaurante tiene: su tiempo. Antes debíamos salir muy temprano a comprar frutas y verduras frescas y de calidad, y los otros productos después de la jornada”, cuenta Regina.
Por su parte Ana Galviz, del restaurante ¡Ay, mi madre!, relata que lleva un par de meses trabajando con Rapi: “Los cambios son positivos y sobre todo significativos. El primer valor que quisiera resaltar es el tiempo. Es valioso, no se recupera. Y cuando consigues la forma de llevar un emprendimiento que de por sí consume tanto en tiempo y vas de la mano con otras empresas que permiten recuperar ese tiempo trayendo ellos las materias primas a la puerta de nuestro local, es un valor agregado impagable. Sumado al hecho que los precios son mejores que ir a La Vega, puesto que están solo ellos de por medio entre el productor y nosotros”.