En la actualidad la sopa cumple con el gusto exigente del consumidor que espera un alimento cómodo, saludable y de calidad. Así, este producto pasó de ser una simple preparación a un alimento cada vez más exquisito en que los chef hacen volar la imaginación. ¿Qué mejor que una deliciosa sopa en invierno? Efectivamente, las sopas clásicas como pollo y tomate siguen presentes, pero hoy llegan acompañadas de nuevos y más sofisticados ingredientes.
“En el consumo actual de la sopa existen nuevas alternativas como crema de zapallo, manzana, zanahoria o espinacas o una menos tradicional sopa de cebolla o de ajo, entre otras, donde se puede combinar ingredientes de diversas regiones”, comenta María Pía Marchese, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
Para la preparación de una sopa, es indispensable empezar por un caldo base en lugar de agua, indica la ingeniera civil bioquímico. Es decir, cocinar en una olla agua con trozos de zanahoria, apio, cebolla y algunas hierbas, dejando hervir suave por 30 minutos. Se enfría y se cuela descartando las verduras. El caldo se puede guardar congelado algunas semanas en recipientes herméticos, porcionados, de acuerdo a las necesidades de la familia.
Menos calorías, más nutrientes
Hoy la presentación de la sopa es variada, se puede comprar deshidratada en envases familiares o individuales muy fáciles de preparar o cocinar en casa con recetas tradicionales o innovadoras. “Las sopas, agrega la especialista UNAB, tienen un alto valor nutritivo, pocas calorías y bajo contenido graso, siendo además fáciles de digerir”.
No sólo en Chile, la sopa es considerada como un plato para las estaciones más frías, ya que en Europa es uno de los alimentos preferidos en invierno. “En Inglaterra, el mayor consumidor de Europa, la sopa se consume como primer plato o comida ligera. En Alemania puede sustituir una comida completa o ser un acompañante de otras comidas, siendo el producto en polvo, el de mayor consumo”, explica la profesional.
En Francia, en tanto, la sopa es considerada un plato sano y nutritivo con un gran atractivo y refinamiento por la incorporación del aceite de oliva, la crema de leche o el vino, ya que más del 70% de los franceses prepara sus sopas en casa. Mientras que en España también es un plato muy apreciado, con preferencia de productos frescos.
Alimento milenario
La sopa se habría creado en la prehistoria, cuando el hombre, después de descubrir el fuego, coloca en un simple hoyo en el suelo, con piedras calientes, agua con trozos de carne, raíces o granos, generando un alimento de agradable color y sabor, reponedor y que en muchas ocasiones lo salvó del hambre.
“Con el desarrollo de los recipientes de metal, mejoraron las características de la sopa y cada pueblo creó su producto propio de acuerdo a los ingredientes que tenía en su región”, cuenta María Pía Marchese. Actualmente existe en una gran variedad de formatos con diversas texturas, sabores y presentaciones, que en invierno se transforma en un plato imprescindible de la mesa chilena.
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