La etapa escolar es decisiva para adquirir buenos hábitos alimentarios

Durante esta etapa de la vida se debe aprender a comer y a manejar alimentos que aporten nutrientes esenciales en el crecimiento, de esta manera se podrá evitar a futuro enfermedades como la diabetes u obesidad, advierte Karen Cruz, académica de la U. Andrés Bello.

La etapa escolar comprende desde los seis años hasta que comienza el desarrollo puberal, aproximadamente a los once en las mujeres y doce años en los hombres. Este periodo se caracteriza por un crecimiento lento, sin embargo, es en esta etapa donde se comienzan a adquirir los hábitos alimentarios que serán decisivos en el comportamiento alimentario de la edad adulta.
 
Es importante fortalecer e inculcar buenas prácticas de alimentación, dice Karen Cruz, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, para evitar en la edad adulta enfermedades como las crónicas no transmisibles. Durante esta etapa de la vida se debe aprender a comer, a manejar alimentos que aporten los nutrientes necesarios para lograr un crecimiento y desarrollo óptimo. “Se debe reforzar el acto de comer que implica masticar, saborear y familiarizarse con los alimentos, pero también que comer puede significar un acto satisfactorio y gratificante”.
 
Al planificar la alimentación de un escolar se tienen que considerar algunas variables como el horario: “Hay que considerar que la hora de comer es más irregular y desordenada, influenciado primordialmente por el ritmo escolar (jornada completa o ∏ jornada con almuerzo en colegio)”, comenta la nutricionista. Hay que tener presente, además, la actividad física, puesto que a esta edad pueden ser muy activos y se pueden producir déficit de algunos nutrientes por una inadecuada alimentación. Y, por el contrario, si son sedentarios, la alimentación puede provocar excesos.
 
Alimentos esenciales

En la nutrición escolar se deben incluir todos los grupos de alimentos (cereales, frutas, verduras, carnes, etc.), considerando los gustos, costumbres sociales, religiosas, entre otras. La académica de la UNAB detalla que existen nutrientes que no pueden faltar en la alimentación de un escolar como el calcio. “Desde los 9 años los requerimientos aumentan alrededor de un 50%, principalmente debido al crecimiento óseo de esta etapa”.
 
Para cubrir las necesidades de calcio, la nutricionista recomienda tres vasos de leche + 1 trozo de quesillo + 1 yogurt. Esto sumado al calcio proveniente de los otros alimentos consumidos en el día como cereales, frutas y verduras. “Tampoco debe estar ausente el hierro, ya que a través de este se previene la anemia y participa en la función cognitiva, es decir, en la atención y aprendizaje del escolar. El hierro de mejor biodisponibilidad es el que se encuentra en las carnes y pescados”, analiza la experta.
 
El zinc también es importante en la alimentación del escolar, ya que interviene en el crecimiento, cicatrización de heridas, entre otras funciones. “Lo podemos encontrar con una mejor biodisponibilidad en el pescado, mariscos y legumbres”, dice. Finalmente Karen Cruz señala que debemos incentivar el consumo de agua versus el de otro tipo de líquidos (jugos, bebidas) por su alto contenido de azúcar y por ende gran aporte calórico en pequeños volúmenes.
 

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