Andrea González, arquitecta: El regreso de la geometría solar

La profesional es especialista en esta técnica milenaria que crea espacios armónicos de construcción para el desarrollo saludable de las personas, los animales y las plantas.

Desde tiempos megalíticos, existe constancia del uso de la geometría solar en las construcciones humanas. Con mayor o menor precisión a lo largo de la historia, el hombre ha utilizado las características locales del sol, la luna y los astros para localizar, medir, y orientar sus construcciones. Casas, palacios, lugares públicos y de culto en todo el planeta, dan cuenta de ello.

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Sin embargo, parece un tema lejano para nosotros. La arquitecta Andrea González, especialista en geometría solar, nos cuenta su experiencia y nos comenta de los beneficios de trabajar con esta técnica milenaria.

Arquitecta de la Universidad Católica, su formación en Arquitectura Ancestral incluye “Radiestesia” y “Geometría Solar y Lunar y su implicancia en el desarrollo de lo biótico”. En su interés por la medicina, por contribuir en forma concreta a mejorar la vida de las personas, y tras una larga búsqueda profesional y personal, llegó a la geometría solar. Conoció esta técnica mediante una charla, y a partir de entonces su vida cambió. Armonizó su propia casa con geometría solar y gracias a ella, y a partir de ese momento, pudo dormir bien luego de más de tres años de un sueño muy poco reparador.

“Cuando conocí la geometría solar pude juntar dos cosas muy  importantes para mí, la arquitectura y la medicina. Porque la geometría solar es salud, es calidad de vida. Es una técnica súper amplia que lo que hace es entregar herramientas para que las construcciones o intervenciones humanas sobre un lugar tengan características naturales. Da forma orgánica a las construcciones respetando el crecimiento de la naturaleza en el lugar donde va a estar emplazada; porque varía según la latitud y la longitud de la tierra. Por eso es específica, propia para cada lugar”, destaca.

Ella aprendió esta técnica de Dominique Susani, maestro de obra francés, discípulo de Raymond Montercy, quien acercó la geometría solar a partir de los años setenta a los constructores en occidente. Actualmente la arquitecta capacita en Chile a profesionales de la construcción, y a personas comunes y corrientes que quieran aprender de geometría solar.

“Para explicar la técnica, cuando hago clases pongo el ejemplo de los arándanos, cuyo origen es nórdico. Si tú traes una semilla de allá, y la haces crecer en Chile, en apariencia son prácticamente iguales. Tienen el mismo color, pueden tener igual tamaño o más pequeños, pueden ser más o menos dulces. Son casi iguales, pero si analizas la estructura con que crecen, son completamente distintas. Su estructura molecular es diferente. Y eso responde al movimiento solar y lunar distinto allá y acá”.

¿Cuál es el origen de la geometría solar? ¿Cómo llega a Chile?

Si revisas las culturas ancestrales, la encuentras prácticamente en todas ellas. Hay estudios sobre catedrales góticas en Europa, construcciones aztecas, los conjuntos megalíticos, en Egipto, China e India… Todo tiene geometría solar. Es muy, muy antigua.

En mi caso llegó a través de los maestros de obras, que corresponde a un grupo de personas que, desde las construcciones de catedrales góticas, mantuvo hasta hoy ese conocimiento. Pero tiene un origen milenario que está presente en todas las culturas.

¿Y qué pasó en el camino, se perdió con la modernidad? Porque hoy resulta un término bastante desconocido…

Lo que explica más la pérdida es la cultura occidental desde la raíz que yo conozco, que es la europea. En Europa estaban los maestros de obra que eran los que construían las catedrales y los lugares de poder como  templos y palacios. Ellos aplicaban estos conocimientos, hacían las construcciones y  a través de ellas entregaban la información. Eso se perdió con el tiempo, principalmente con la estandarización de las medidas, con la revolución industrial, cuando los materiales de construcción empezaron a tener tamaño estándar. Cuando se implantó el metro como unidad de medida. Antes las medidas eran locales, porque el ser humano tiene características asociadas al lugar que habita.

¿Es efectivo que la geometría solar se relaciona con el feng shui?

Fundamentalmente hay tres corrientes que hablan de este conocimiento. Una es la geometría solar, otra es el feng shui y la tercera es el vastu shastra, que es como el feng shui hindú, que acá es muy poco difundido. Las tres tienen en común que lo que tratan de hacer es que las construcciones sean armónicas con el lugar donde se sitúan. El feng shui conocido en occidente tiene más bien que ver con el movimiento de la energía horizontal dentro de las construcciones, en cambio a la geometría solar lo que más le importa es cómo se relaciona la tierra con la biósfera, que es vertical. Eso lo encuentras en el vastu shastra y en el feng shui original, que todavía mantienen las castas chinas. Lo que se difunde acá es sólo una parte.

¿Y por qué es tan importante la relación tierra-biósfera?

Porque la tierra es un organismo vivo y por lo tanto eso influye en cómo es su superficie. Lo que hace la geometría solar es incorporar la geometría natural del lugar a la construcción. Genera un bypass energético dentro de la condición del terreno. Como está desarrollado de manera armónica, lo que hace es que la circulación energética del traspaso tierra biósfera pase por el lado, como un bypass. Porque las corrientes energéticas no se pueden eliminar, pero sí se pueden neutralizar, a través de la geometría solar. Esto sucede porque con ella se produce un campo de circulación energética perfecta, y cualquier energía disruptiva que ingrese a ese campo, es conducida. Entonces cuando construyes con geometría solar, armonizas una casa o realizas un laberinto o un mandala para que crezcan plantas, o algo donde va a vivir cualquier ser vivo –humano, animal o planta– las condiciones de ese lugar en particular van a ser muy beneficiosas para el organismo.

¿Nos puedes comentar de iniciativas concretas con geometría solar en Chile?

Realizamos un mandala de flores y plantas medicinales en Hijuelas, que es la piedra fundacional del primer jardín de flores y plantas medicinales de Sudamérica. Es la comuna chilena que más flores produce, y querían hacer el primer jardín botánico que tuviera relación con la principal actividad que tienen como comuna. Fue una experiencia muy bonita. En ese proceso capacitamos a la gente en elementos de geometría solar muy básicos. Les entregamos una técnica para que puedan aprender a percibir el campo electromagnético de las plantas. También construimos –en el pueblo de Quilimarí– un laberinto de sanación para la ruta del cuarzo. Ese lugar es una ruta turística fundamentalmente de sanación.

¿Qué orientaciones podrías entregar para entender lo que significa incorporar geometría solar en una casa?

Existen dos caminos. Uno es construir y diseñar una casa con geometría solar, y el otro es hacer una construcción que envuelva la casa, que la armonice. Lo que comúnmente se entiende como envolvente de la casa es la parte liviana de las construcciones: los muros, los techos son livianos. Las que son pesadas son las fundaciones, especialmente en las construcciones actuales. Energéticamente son las fundaciones las que envuelven a una casa, entonces cuando hablamos de envolverla con una nueva construcción, es porque se incorporan elementos de peso, que la envuelven energéticamente. Lo más usual es trabajar a nivel del suelo. Normalmente, se hacen perforaciones circulares en 4 o 5 puntos –según lo que necesite la casa– y eso se instala en los patios. Y además son elementos que pueden ser utilizados como paisajísticos. Otras veces no se puede, y quedan al interior de la casa.

¿Y qué pasa con un departamento, por ejemplo?

Se puede, pero es más frágil la construcción energética que se logra. Es más difícil porque no está en contacto directo con el suelo. En ese caso es más fácil armonizar el edificio entero. Pero sí se puede lograr mucho haciendo intervenciones con  peso, como por ejemplo con columnas de piedra o maceteros de arcilla que se llenan de piedras y arena. Y además, quedan como elementos decorativos. También se pueden usar sólo piedras, que es como se hacía originalmente.

Actualmente estás preparando gente sobre geometría solar…

Sí. El propósito es traspasar el conocimiento. Cuando la gente se da cuenta que esto funciona y que mejora su salud o su calidad de vida, entienden que con esta técnica se puede contribuir mucho en este sentido. Hemos realizado trabajos más específicos, como el caso de Hijuelas y de la ruta de cuarzo, y también hemos hecho cursos a gente que no tiene ningún conocimiento de arquitectura.  Hoy estoy feliz formando un grupo de arquitectos. La idea de la difusión es que la geometría solar sea un tema cada día menos lejano.

Entonces, ¿qué se necesita para aprender geometría solar?

Tener conciencia de que eres un organismo. Nosotros vivimos en una cultura en que la mente prevalece sobre el organismo. Tener esa conciencia es lo más difícil porque para nosotros, el organismo es secundario. Para la geometría solar el organismo tiene valor porque es la manifestación de la vida. Entonces para estudiarla, y para poder percibir los cambios que se producen con ella, es importante escuchar el organismo.

 

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