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A partir de los 70, primero con el nacimiento del grafiti en Nueva York hasta los últimos años con los festivales de arte urbano, el movimiento de la pintura urbana o Urban Painting se expandió por todo el mundo, incluido Santiago, considerada como una de las capitales mundiales de este fenómeno. Los entendidos en la materia explican que en Chile se desarrolló primero por la influencia de las brigadas muralistas de los años 60, se sumó la explosión del grafiti a partir del retorno de la democracia e los noventa, para finalmente estar hoy frente a una explosión de artistas urbanos activos. Lo que no hay que olvidar es que hace un par de años estos grafitis eran considerados por algunas generaciones como simples rayados e incluso como actos vandálicos, pero la buena calidad de estos han ayudado a cambiar esta percepción, convirtiéndose hoy en símbolos que representan el arte público de una ciudad.
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Hay varios ejemplos que vale la pena destacar, como los murales de las pasarelas del parque San Borja, el Museo a Cielo Abierto en San Miguel, los grafitis que quedaron en la comuna de San Joaquín después del reciente Festival Kosmopolite y, fuera de Santiago, obviamente el arte callejero de Valparaíso.
En las pasarelas del Parque San Borja, situadas en la calle Portugal casi llegando a Alameda, está el hermoso paseo que estuvo cerrado y olvidado por muchos años, y que fue reabierto por estudiantes de la Universidad de Chile en conjunto con la comunidad del sector. Estas pasarelas unen el parque San Borja con el metro U. Católica y la Alameda por arriba de la calle, pero lo que pocos saben es que el grafiti santiaguino partió ahí, tanto así que recibió el nombre de “Hall of Fame” o muro de la fama para los grafiteros.
Los murales que dan vida al Museo a Cielo Abierto en San Miguel, en tanto, nacieron del corazón, talento y compromiso de más de 70 artistas, muralistas y grafiteros –consagrados y emergentes, nacionales y extranjeros– que aceptaron la invitación del Centro Cultural Mixart a pintar en la población San Miguel. El interés de los residentes y la necesidad de detener y eliminar el deterioro que los edificios de la población San Miguel, producido por décadas de contaminación que generaban los rayados y afiches que se habían apoderado del sector, fueron el motor de esta iniciativa ciudadana que el Centro Cultural Mixart hizo suya. Se ha trabajado durante más de 6 años para transformar el vecindario en un verdadera galería de arte público de acceso gratuito, sin restricciones de días y horarios, para disfrute de los residentes, transeúntes y visitantes del lugar, y hoy son 4.000 mts2 de arte, con murales gigantes de 85mts2 cada uno.
Pero nuestros muros también han sido lienzo para que artistas extranjeros desarrollen sus propuestas. Durante abril y mayo, por ejemplo –y en el marco del programa Santiago es Mío– se desarrolló la fiesta de arte Kosmopolite Art Tour, donde la asociación de grafiteros franceses KOSMOPOLITE (cuyo director en Jean-Michel Carda), que visitaban por primera vez Chile, realizaron talleres de formación abiertos al público en Cerro Navia, Colina, San Joaquín y Quinta Normal, y pintó diversos murales junto a jóvenes artistas locales, los que ya se pueden visitar en Carmen con Carlos Valdovinos (La Legua, San Joaquín), General San Martín con Fontt (Colina), Del Consistorial N° 6645 (Centro Cultural de Cerro Navia) y Costanera Sur con Carlos Sage (muro de la empresa Unilever, en Quinta Normal).
Otras experiencias con grafiti
Sebastián Cuevas Vergara es arquitecto de la Universidad de Chile, profesor de diferentes cátedras y apasionado grafitero de principios de los 90. Tanto que el 2009 creo la primera galería de grafiti y street art de nuestro país, Galería Bomb, en el barrio Bellavista, y tiempo después se decidió a lanzar otro proyecto, Urban Art SCL Tour, tours por diferentes lugares de Santiago Centro dirigido a conocer la ciudad, los hitos y barrios más importantes para el grafiti nacional, cuyo objetivo es establecer una relación entre las intervenciones de street art con el entorno urbano (sus eventos e información se puede ver en su Facebook URBAN ART SCL TOUR)
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Unonueve es el nombre artístico de Sebastián Antonio Carreño Gaibisso, diseñador gráfico nacido en San Antonio cuya motivación e interés por el arte y la pintura los descubrió cuando pequeño. Pero no fue hasta comenzar sus estudios de diseñador gráfico que se decidió a crear su propia línea de trabajo, en base a transmitir emociones a través del color, las formas y las texturas en grafitis y murales. Ha viajado por Sudamérica y participado en festivales internacionales de arte público y exposiciones. ¿Su objetivo? Transmitir emociones a través de colores cálidos y saturados, realizando composiciones complejas pero armoniosas en su totalidad, utilizando simbología andina y latinoamericana en general, rescatando la filosofía, enseñanza y cosmovisión de nuestros antepasados. “Actualmente estoy trabajando en varios proyectos a concretar fuera del país, por América y Europa, para así enseñar nuestra cultura andina y latinoamericana”.
Grafiti con vista al mar
En las serpenteantes calles de Valparaíso, caracterizadas por subidas, bajadas, escaleras interminables y rincones sorprendentes, están atrapados más de 200 murales de artistas chilenos y extranjeros. Si bien no es lo mismo ser vecino, turista o una persona ávida por explorar y empaparse de lo que sus colores y expresiones gráficas expresan, hasta en el más breve recorrido por la ciudad es posible encontrarse con imágenes icónicas como las de INTI, Mr Papillon o Charquipunk. ¿Qué hace que los grafitis de Valparaíso sean tan valorados? “De por sí están muy vinculados a la arquitectura de donde se plasman y encontramos, por ejemplo, mucha expresión de grafitis en sus clásicos, como son los peldaños de sus escaleras realizadas por toda la lógica de los cerros. Ello hace que sea muy interesante ver cómo se aprovechan las circunstancias de una ciudad en relación a una manifestación visual como el grafiti”, destaca Marcelo Uribe, docente de Comunicación Visual de la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad del Pacífico.
Expertos señalan que el material gráfico que puede observarse en Valparaíso es único, ya que es una gran ciudad con mucha oferta cultural, a diferencia de lo que pasa en sectores poco urbanizados o marcadamente rurales. Algunos grafitis en Valparaíso han sido elaborados por colaboraciones de chilenos con franceses, españoles, peruanos, etcétera, y estos mismos grafiteros extranjeros luego invitan a los referentes nacionales a sus respectivos países, intercambio que es, sin duda, un gran generador de cultura.