Un ciudadano ruso de 42 años, en evidente estado de ebriedad, iba caminando por el distrito de Shelejovski en Siberia cuando se encontró de golpe con una jaula que tenía tres osos en su interior.
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Sin embargo, en vez de dirigirse hacia otro lado, caminó directamente hacia los animales y sacó un tarro de leche condensada que portaba para dárselas como alimento. Grave error, acorde a lo informado por la prensa de dicho país.
Esto, porque los osos encontraron más apetitosa su mano y se la comieron de una, ante los gritos de horror del sujeto. Personas que transitaban por la zona escucharon los lamentos y acudieron al rescate del individuo.
Finalmente, el hombre vio como en el hospital local decidieron amputarle el brazo afectado completamente tras las lesiones sufridas, mientras que la policía lo culpó del hecho. «La víctima ignoró las medidas de seguridad, por lo que sufrió una grave herida», señalaron desde la institución.