«No tenemos contemplado el cortar relaciones diplomáticas con Corea del Norte». Con esas palabras, el canciller Heraldo Muñoz le dijo no a la petición del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence de poner fin a los diálogos entre Chile y la nación liderada por Kim Jong-un.
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La frase del ministro de Relaciones Exteriores también sacó al tapete que pese a que las relaciones son «de bajo nivel», existe un intercambio entre Santiago y Pyongyang, una de las zonas más misteriosas y que cuenta con más «mitología» a nivel mundial.
Ante esto, te queremos mostrar cinco casos en donde de verdad existe una censura por parte del régimen norcoreano y que en Chile si se pueden hacer libremente.
Andar con jeans
Los jeans pueden ser fácilmente una de las prendas más usadas tanto por los chilenos, como por los habitantes del mundo occidental. Sin embargo, esta moda no está permitida en Pyongyang.
De acuerdo al portal IBTimes, desde el 2016 se endurecieron aún más las restricciones para la vestimenta de las personas, siendo declarados estos pantalones como ilegales.
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Conducir libremente los vehículos
Basta con tener licencia de conducir y un automóvil con todos los papeles al día para poder circular libremente por las calles de Santiago. En Corea del Norte, no es tan así.
Pese a que no existe prohibición para manejar, y tampoco para poder adquirir un vehículo. Pero todavía movilizarse en cuatro ruedas para los particulares es algo «exótico», según el profesor de la Universidad Kookmin de Seúl Andréi Lankov.
Navegar por internet
De acuerdo al Tercer Informe Trimestral de Penetración a Internet, el cual fue dado a conocer en enero por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el 84% de los chilenos está conectado a Internet.
La realidad es Pyongyang en tanto, es diferente. Las compañías Recorded Future y Team Cymru hicieron un análisis publicado en julio de este año que reveló que navegar por la web es un lujo, en donde solo un grupo de elegidos puede usar Facebook, Twitter o incluso, comprar por Amazon y Alibaba.
En cambio, para la mayoría de la población el internet prácticamente está vetado, teniendo que pedir incluso permisos a las autoridades para poder acceder a algunas páginas.
Lo que sí se puede usar libremente es «Kwangmyong», una especie de gran intranet que no está conectada de manera online y que se encuentra en computadores en recintos públicos, en donde se puede observar textos escogidos por el régimen.
Llamar al extranjero
Tantos chilenos como las personas foráneas que llegaron al país pueden libremente llamar por teléfono a sus familiares y amigos que se encuentran en cualquier rincón del mundo. En Corea del Norte no.
Un informe de Amnistía Internacional del 2016 señaló que los residentes de la nación asiática no pueden contactarse con sus cercanos que huyeron de la sombra de Kim Jong-un, por lo que existe un mercado negro para comprar chips o celulares que permiten hacer ese tipo de llamadas. Este hecho ocurre principalmente en las zonas fronterizas con China. Eso sí, se corre el riesgo de ser sorprendido y enfrentar cargos como «traición a la patria».
Criticar al Gobierno
Es cosa de ver las redes sociales cualquier día para encontrarse con tuiteos o estados de Facebook que hacen criticas al Gobierno. Y no solamente a la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, sino que también a ministros, a la oposición y a prácticamente toda la clase política en general.
En Pyongyang no se pueden hacer referencias negativas sobre Kim Jong-un, su padre Kim Jong-il y su abuelo Kim Il-sung. Tampoco al régimen norcoreano.
Por lo mismo, es recurrente ver cómo los habitantes hacen referencias o dejan ofrendas florales en algunas de las tantas estatuas o monumentos que honran a los líderes norcoreanos.