Indignación ha causado en varias organizaciones animalistas la resolución de una Corte de Apelaciones de Oregon en EEUU que ordenó cortar las cuerdas vocales de unos perros porque los constantes ladridos molestaban a los vecinos.
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Según indica Oregon Live, todo comenzó al año 2002, cuando Karen Szewc y John Updegraff comenzaron con la crianza de perros, específicamente mastines tibetanos.
Luego de 10 años, unos vecinos de la pareja, Debra y Dale Kerin, se “cansaron” de los incesantes ladridos” e interpusieron una demanda.
Los Kerin señalaron que los ladridos comenzaban a las 5 de la mañana y que continuaban durante horas, luego de que Karen y John dejaran la casa.
Además, aseguraban que no los dejaban dormir, que muchos de sus familiares dejaron de visitarlos por los ruidos molestos y que incluso debían poner el volumen de la radio y la TV muy alto para poder escuchar.
El 2015, un jurado les dio la razón a Debra y Dale y además de cortar las cuerdas vocales de los perros para “silenciarlos”, multó a los dueños con 238 mil dólares, sentencia que fue ratificada el pasado miércoles por la Corte de Apelaciones.
Por su parte, Karen Szewc y John Updegraff aseguraron que los perros son parte importante de su granja y que los ayudan a proteger a su ganado, lo que terminó siendo desestimado por la justicia.
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La determinación ha generado indignación en varios grupos animalistas, ya que este procedimiento está prohibido en al menos seis estados.
«Estamos simplemente sorprendidos», dijo un portavoz de la Oregon Humane Society, mientras que el jefe de medicina del Banfield Pet Hospital aseguró que es un “procedimiento innecesario” y que no debería realizarse.