Francisco Antonio Capeletto Souza, ese era el nombre que ocupaba el capo de la mafia italiana Rocco Morabito que estaba prófugo hace 23 años y que llevaba 13 viviendo en Uruguay como un respetado padre de familia y empresario.
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El sujeto había ingresado al país con un pasaporte falso de origen brasileño y según relata El País de Uruguay, en la ciudad de Maldonado nadie sabía realmente quién era y siempre mantuvo un bajo perfil.
Desde 1995 la justicia italiana lo buscaba por asociación ilícita y tráfico de drogas y había sido sentenciado a 30 años de cárcel. Era uno de los principales líderes del cartel ‘Ndrangheta.
Morabito había llegado a los 25 años a Milan y ahí se convirtió en el rey de la cocaína, en una ciudad donde la mafia calabresa tenía muy pocos negocios.
Según El País de España, en virtud a su “trabajo”, la ‘Ndrangheta “se convirtió en la principal mafia de Italia” y tras una gran operación para capturarlo escapó a Brasil junto a su esposa Paula Maria De Oliveira Correia, de nacionalidad angoleña y luego se trasladó a Uruguay.
Ahí siguió dirigiendo sus actividades y en los últimos meses Morabito se había vuelto algo más “relajado” luego de más de 20 años sin que la policía pudiera acercarse a sus pasos.
El capo de la mafia se mudó a una gran casa en la ciudad luego de vivir en el campo y comenzó a aparecer en distintas actividades en la zona.
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Finalmente, su “escape” llegó a su fin cuando inscribió a su hija de 15 años en un nuevo colegio con su apellido real, lo que inmediatamente activó las alarmas internacionales y fue arrestado el pasado sábado.
La policía incautó 150 fotos carné de Morabito con diferente ropa y tonos de piel, 13 celulares además de numerosos chips, 54 mil dólares en efectivo, una libreta con acciones al portador por US$ 100 mil, doce tarjetas de crédito y débito, una pistola y un cuchillo, detalla Clarín.