Meredith Emily Hight había iniciado hace sólo unos pocos meses una “nueva vida”, ya que tras estar 6 años casada estaba en pleno proceso de separación con su ex esposo.
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La joven de 32 años por primera vez tras el quiebre organizaba una fiesta por sí sola y como pretexto invitó a varios amigos a ver los partidos de fútbol americano de los Atlanta Falcons y los Dallas Cowboys.
La fiesta transcurría sin problemas hasta que llegó Spencer Hight, el ex esposo de Meredith que finalmente terminó desatando el mayor crimen que se tenga memoria en la ciudad de Plano en Texas.
Según indica People, la policía respondió varias llamadas al 911 cerca de las 20 horas que denunciaban un tiroteo en una zona residencial. Al llegar al lugar, los uniformados se encontraron con una macabra escena, varios cuerpos en el suelo y sangre por todos lados.
En el interior de la vivienda estaba Spencer con un arma en sus manos y los policías terminaron por ultimar al individuo.
Meredith y seis de sus amigos estaban muertos, mientras dos fueron trasladados de gravedad a un centro asistencial donde uno de ellos también falleció.
En las últimas horas se han conocido nuevos antecedentes, y según detalla CBS News la familia señaló que la joven habría sufrido al menos dos veces violencia por parte de su esposo y que incluso en una ocasión había golpeado su cara contra la pared.
Eso sí, Meredith nunca denunció los hechos y tras pedir el divorcio tampoco solicitó una orden de restricción.