El pasado 15 de agosto, a las 4.30 de la madrugada, la vida de Luis Moux parecía cambiar para siempre.
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Mientras dormía en su habitación, el joven de 18 años, jugador de fútbol americano en la secundaria Grand Street Campus, escuchó gritos fuera de ella, ya que su madre Lorena Sesma estaba discutiendo con su novio Stanley Washington.
Al salir, Luis se encontró al hombre golpeando a su madre y se abalanzó inmediatamente sobre este para defenderla. Lo agarró del cuello y empezó a ahorcarlo.
Durante más de dos minutos no soltó al sujeto, el que finalmente terminó cayendo muerto en el suelo de la vivienda.
El joven fue acusado de homicidio e iba a ser juzgado por un tribunal del Bronx, sin embargo, el jurado se negó a acusar a Luis porque el asesinato lo cometió en defensa de su madre y lo dejó en libertad, según detalla el New York Daily News.
Entre las lágrimas propias y de sus amigos, el joven salió del lugar para seguir con su vida.
«Estaba claro que no hizo nada malo. Cuando eres un hombre inocente, sólo quieres seguir adelante con tu vida», sentenció el abogado del joven.