Todo era felicidad para Elisa Girotto hace casi un año. La mujer había tenido a su primera hija y planeaba la boda con el hombre de su vida, sin embargo todo cambió tras un terrible diagnóstico.
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La mujer de 40 años tenía un agresivo cáncer y había muy poco que hacer.
Tras conocer la devastadora noticia y darse cuenta de que no vería crecer a su pequeña, Elisa inició casi una “cruzada” para seguir junto a Anna, indica el Corriere Della Sera.
Se entregó a la tarea de dejar un “gran regalo”, pero no cualquier regalo. Metódicamente, buscó 18 presentes para la pequeña, los cuales dejó a su marido y este debía entregárselos cada año hasta que cumpliera la mayoría de edad.
El último de los regalos es un mapamundi y en él, la mujer marcó cada una de las ciudades que le habría gustado visitar con su hija.
Elisa murió en los últimos días, y la historia ha conmovido a toda Italia. La historia de la madre que quiso permanecer para siempre con su hija.