Hay gestos que pueden cambiar tu vida de forma que ni siquiera te lo imaginas.
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Esto le sucedió al pequeño Wyatt Hemphill que sufre un raro trastorno por inmunodeficiencia por el que incluso tuvo que ser sometido a un trasplante de médula ósea.
Hace unas semanas el pequeño tuvo que ser nuevamente hospitalizado, claro que esta vez en el ala pediátrica del hospital Stead Family Children’s de la Universidad de Iowa en EEUU.
Wyatt se encontraba desanimado y sus padres no lograban que el menor sonriera, pero todo cambió en menos de 24 horas.
Los Hawkeyes, el equipo de fútbol universitario de Iowa, jugó al día siguiente y sorprendieron al niño con su increíble tradición.
En un momento del partido, los miles de asistentes al estadio, que está contiguo al recinto, se pararon de sus asientos, levantaron sus manos y saludaron a los pacientes.
El gesto ya es toda una tradición en la comunidad que busca darle un poco de ánimo a los enfermos, indica The Epoch Times.
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La madre de Wyatt publicó en Facebook varias fotos y un video, y contó que tras el saludo era la “primera vez” que el pequeño sonreía desde que llegó al centro de salud.
“Esto es una cosa increíble. Se sintió tan especial. Gracias a todos…, tenía lágrimas en los ojos”, escribió en la red social.
La emocionada madre, además contó que su hijo estaba tan adolorido que ni siquiera podía levantarse, por lo que tuvo que llevar la cama cerca de la ventana para que pudiera ver el emocionante saludo.