Estilo de Vida

No era su verdadera vocación: CIA “despide” a tierna perrita que prefería jugar con sus amigos a detectar explosivos

Lulú encontraba la pega aburrida y ni siquiera la pudieron tentar con golosinas para que hiciera su trabajo.

La vida de Lulú parecía estar predestinada hace sólo unas semanas, cuando la labradora de un año y medio fue reclutada por la CIA para ser parte del programa de entrenamiento de élite para detectar explosivos.

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En su web, la agencia de inteligencia presentó a sus nuevos colaboradores asegurando que “muchos perros realmente geniales probablemente hubieran tenido éxito en nuestro programa”, pero que “fue una decisión difícil” y que sólo había espacio para seis, entre los que estaba Lulú.

La describía como la más pequeña de la clase, hiperactiva, un poco torpe y con una increíble dulzura, sin embargo, al parecer esos no fueron factores que les importaran a los reclutadores a la hora de la selección.

Al poco andar, notaron que Lulú no era igual a los demás, no le gustaba para nada su trabajo y ni siquiera la podían tentar con premios y golosinas.

En la CIA, eso sí, no se hicieron mayor problema y explicaron que es normal que los perros tengan “algunos días malos, que se muestren perezosos y que se nieguen a seguir el programa”.

Pero a Lulú no le interesaba ni un poquito su trabajo y se pasaba todo el día jugando con sus amigos.

A tanto llegó su actitud, que finalmente la CIA se “aburrió” y tomó una drástica decisión: ¡la despidieron!

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En su cuenta de Twitter, la agencia señaló que “extrañarán a Lulú, pero fue la decisión correcta para ella y le deseamos todo lo mejor en su nueva vida”.

Además, explicaron que la perrita fue adoptada por su entrenador y ahora disfruta de sus días jugando con sus hijos y “oliendo conejos y ardillas en el patio trasero”.

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