Un profesor de la universidad de Biola en Estados Unidos efectuó un increíble hallazgo mientras estudiaba la historia de uno de los sujetos más desquiciados de la historia, Peter Stubbe: sería ancestro del presidente norteamericano Donald Trump.
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Según informa The Mirror, el hombre era conocido como el «hombre lobo de Bedburg» y era un asesino serial caníbal, cuyas víctimas preferidas para devorarse eran los niños y las mujeres embarazadas.
Stubbe era un granjero que fue ejecutado en 1589 y desde esa época que su figura ha sido investigada, debido a los horrendos crímenes que cometió. En ese sentido, se indica que mutilaba animales, tuvo relaciones sexuales con su hija y su hermana, y se habría comido el cerebro de su propio hijo tras asesinarlo.
También, se habría engullido al menos a dos mujeres embarazadas y a 13 menores.
El mito sobre la existencia de un hombre lobo en la ciudad alemana de Bedburg nació cuando los granjeros encontraron vacas muertas, las cuales habían sido atacadas salvajemente.
Tras esto, comenzaron a desaparecer niños y embarazadas, siendo algunos de ellos hallados completamente desfigurados, por lo que concluyeron que se trataba de una bestia salvaje atacando el lugar, hecho que se extendió por años.
Hasta que un día una niña era abordada por el hombre lobo, pero una vaca apareció de la nada y distrajo al agresor. En ese momento, la menor aprovechó de pedir ayuda y un grupo de granjeros salió persiguiendo a la bestia hasta que lograron arrinconarla, sorprendiéndose al descubrir que era Strubbe.
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El sujeto admitió que él era el autor de todos los crímenes y señaló que todo comenzó cuando tenía 12 años e hizo un pacto con el Diablo para que él «pudiera utilizar su malicia en hombres, mujeres y niños, en forma de una bestia».
Ante esto, Lucifer lo convirtió en alguien con «la semejanza de un lobo codicioso, devorador, fuerte y poderoso, con ojos grandes y grandes, que en la noche brillaban como marcas de fuego, una boca grande y de ancho, con los dientes más afilados y crueles, un cuerpo enorme y patas poderosas «.
Tras esto, estuvo 25 años al menos consumiendo carne humana, «arrancando a los niños de sus vientres, en una especie sangrienta y salvaje, y después de comer sus corazones jadeantes y crudos, a los que contó delicados bocados y estuvo de acuerdo con su apetito».
El profesor universitario Kevin Pittle, doctor en Antropología de la Universidad de Biola, reexaminó el caso al acordarse de él en plena época de Halloween. Por lo mismo, revisó los documentos que existen en torno a la vida de Stubbe descubriendo que fue ejecutado junto a su amante, Katharina Trump, quien habría sido cómplice del hombre.
Y justamente, el presidente estadounidense tiene ascendencia alemana. Su abuelo, Frederick Trump llegó a Estados Unidos a los 16 años y provenía del estado germano de de Renania-Palatinado, el cual se encuentra adyacente a Renania del Norte-Westfaliam donde se ubica Bedburg.
Ante esto, el académico investigó junto a unos colegas los antecedentes de Donald Trump, afirmando que de acuerdo a los registros de ascendencia y factores sociolingüísticos, sus orígenes se podrían rastrear hasta Katharina, por lo que sus indagaciones continúan en torno al caso.