Débora Díaz estaba embarazada y tenía dos pequeños hijos, sin embargo eso no detuvo a Brian Montenegro, que el 22 de febrero de 2016 la asesinó de seis puñaladas.
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Hace unos días, la justicia Argentina dictó sentencia y condenó a 22 años de presidio al sujeto, mientras la fiscalía había pedido cadena perpetua, ya que según los magistrados no se comprobó que hubiera “violencia de género” por lo que descartaron el femicidio.
Ayer se conocieron los fundamentos del fallo y estos no hicieron más que acrecentar la indignación ante el castigo.
Según indica Diario Popular, los jueces valoraron mucho un testimonio que identificaba a Montenegro como “un nene de mamá” y a la víctima como una “madre de tres hijos”, porque esto indicaba que no tenía una relación de poder sobre la mujer.
Además, aunque suene insólito, los magistrados consideraron como atenuante que Brian estaba “profundamente enamorado”.
En la declaración, el sujeto aseguró que Débora le refregó en su cara una supuesta infidelidad.
“Mientras vos estabas llorando como un boludo en la casa de tu mamá, a mí me cogía el policía en tu propia cama”, le habría dicho la joven, lo que según el fallo habría desatado un “estado de emoción violenta” que le llevó a cometer el femicidio.