Un hombre fue sentenciado a cuatro años de cárcel debido a una insólita razón: durante tres años envío prostitutas a la casa de un vecino en la ciudad estadounidense de Elkhorn.
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Douglas Goldsberry, de 45 años, pagaba a las mujeres para que se desnudarán en el frontis de la casa ubicada al frente de la suya, mientras él miraba desde la ventana y se masturbaba.
El fiscal Chad Brown relató que el sujeto incluso contrató nueve veces los servicios de prostitutas durante tres semanas en marzo solamente con el deseo de molestar a una pareja vecina, los cuales tienen dos hijos.
Las víctimas, un matrimonio que ronda los 30 años, debieron en ocasiones discutir con los proxenetas de las mujeres, ya que acudían a su casa a pedir el dinero por los servicios prestados, ya que creían que ellos solicitaban a las damas de compañía, considerando que se desnudaban frente a su vivienda.