Es igual a una bolsa de tintorería, pero todos quieren tenerlo, sin importar que su valor llegue a los US$735 (unos 470 mil pesos). Este es el último look de la casa de moda Moschino para la temporada otoño-invierno en el hemisferio norte.
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Los vestidos debutaron como parte de la colección presentada por el director creativo de la firma Jeremy Scott y están hechos completamente de plástico transparente y su idea es rendir homenaje a los negocios dedicados a la limpieza de ropa.
Lo polémico del extravagante vestido es su valor, considerando el material del traje, aunque eso no ha evitado que se haya transformado en un ícono de la temporada y que todos quieran tenerlo.
El diseñador de la casa italiana está habituado a estas polémicas. Un par de temporadas atrás presentó una colección que hacía referencia a la producción de drogas, incorporando en sus trajes reproducciones de píldoras y botellas de prescripciones médicas.