Era para no creerlo. Julian Underhill caminaba por una playa cerca de su casa en Great Yarmouth en el Reino Unido cuando encontró el tesoro de su vida.
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Sobre la arena había una cantidad increíble de “ladrillos” de droga atados a bidones y no se veía nadie cerca de su gran hallazgo.
La carga llegaba a los 360 kilos de cocaína y según las autoridades estaba avaluada en más de 65 millones de dólares.
El hombre de 34 años es un traficante menor y tomó los paquetes que pudo para esconderlos en su vivienda.
Según asegura Metro, el secreto le duró muy poco a Underhill, ya que en un mensaje de texto se jactó de su descubrimiento con el fin de impresionar a una mujer. “Encontré el boleto dorado de Willy Wonka”, le habría señalado.
Rápidamente el rumor del “tesoro” se extendió por la comunidad y llegó a los oídos de la policía. Cuando llegaron a la casa el sujeto estaba muy nervioso, sudaba, pidió un vaso de agua y finalmente lo terminó tirando sobre un polvo blanco que estaba sobre una mesa.
En el juicio, el abogado de Underhill definió a su cliente como un “usuario bastante patético de marihuana, cocaína y crack” y reiteró que sólo envió los mensajes de texto para impresionar a la mujer.
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Además, señaló como atenuante el hecho de que el sujeto sólo vendió o consumió apenas 150 gramos de la cocaína que llevó a su casa y que era posible que “nunca supiera el valor exacto” de la droga.
El abogado también dijo que Underhill era el único que cuidaba a su abuela, que sufría depresión y que incluso había intentado suicidarse.
Antes todas las “pruebas”, la jueza que llevó la causa sentenció al hombre a dos años de pena suspendida, por lo que no pasará ni un día en la cárcel y además deberá entrar a una clínica de rehabilitación de drogas.