Desde 2014 una junta militar gobierna Tailandia y las denuncias de terribles abusos en el ejército se han multiplicado y nuevamente están en la boca de todo el país luego de un aterrador caso que quedó al descubierto en los últimos días.
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Según indica El Mundo, Pakapong Tanyakan, un joven de 19 años, murió, según el reporte militar, por un “ataque al corazón”, sin embargo la verdad tras su fallecimiento en la academia de Nakhon Nayok es absolutamente aterradora.
La familia no se conformó con la causa de muerte, ya que el muchacho les había hablado de los malos tratos que recibía por lo que decidieron que se le realizara una autopsia.
Los resultados los dejaron sin palabras, ya que el cuerpo de Pakapong no tenía el corazón, el cerebro, el hígado, los riñones, el estómago y la vejiga.
Además, tenía marcas de golpes en varias partes del cuerpo, lo que se sumaba a fracturas en las dos clavículas y en varias costillas.
Incluso, señala abc.net que en su cráneo sólo había papel higiénico para que este absorbiera la sangre.
Numerosos escándalos han enfrentado las FFAA de Tailandia en los últimos años y al menos se han reportado ocho muertes de reclutas por tortura, castigo o “razones inexplicables”.
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Las palizas en las academias son habituales y parecen amparadas por las autoridades, ya que según relató Pakapong a sus padres en una ocasión lo obligaron a “permanecer boca abajo y con los pies en alto, sosteniendo el peso en la cabeza”, por lo que terminó siendo reanimado luego de que se le detuviera el corazón.
En abril, otro caso impactó a la comunidad, un conscripto murió mientras estaba detenido por infracciones disciplinarias.
Según Human Rights Watch, las últimas palabras de Yutthakinun Booniam a su madre en el hospital fueron: «Me golpearon, me dolió mucho».
Además, El Mundo consigna un tercer caso de abuso, el que quedó en evidencia luego de que se filtraran fotografías de un cadete encadenado a un neumático como castigo por no saber de carpintería.
El ministro de Defensa salió al paso de las críticas y defendió el proceder asegurando que los abusos son “normales” y que el joven había muerto por mala salud.
Por último reconoció que los castigos físicos son una práctica habitual y consultado sobre si se investigarán las muertes, respondió con enojo, asegurando que los que no están capacitados “no se alisten. No sean soldados. Sólo queremos a gente que esté dispuesta a todo”.