James tiene 58 años y cuando su esposa tuvo que ausentarse de casa para cuidar a su madre enferma llegó a un “acuerdo” con su mujer para no «sentirse solo».
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El sujeto, de Atlanta, Georgia, compró tres muñecas sexuales por un valor de casi $ 1,7 millones con el permiso de la esposa, según indica 9News.
«Si realmente quisiera, podría haber salido y haber encontrado a alguien más, pero no lo hizo, fue sincero conmigo”, señaló la mujer que asegura estar acostumbrada a convivir con sus “rivales” artificiales.
James está feliz porque señala que ahora tiene sexo hasta cuatro noches a la semana y porque también tiene a “alguien” que lo acompañe cuando sale.
Sí, el sujeto tiene citas con sus muñecas y las saca a pasear. “Mucha gente ni siquiera nota que no es una persona que respira”, explica.
Ahora James quiere ir más lejos, y por supuesto, con la autorización de su señora, quiere comprar una muñeca robótica de casi $ 7 millones, la que incluso podría interactuar con él.