El pasado 4 de diciembre marca la fecha del fin de los terribles sucesos que han destruido a toda una familia de South Shields en Inglaterra, luego de que tres miembros fallecieran por la misma afección cardíaca.
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Ese día, Ashley Tomlin murió apenas un mes después de que su hijo de 10 años Jak falleciera por un problema que los médicos la han catalogado como “corazón roto”.
Según The Sun, el pequeño se quejó de dolores en el pecho y apenas logró llegar a un hospital antes de morir por la ruptura de una arteria.
Los padres asociaron el dolor de pecho que sentía Jak a la muerte de su bisabuelo, el que había dejado de existir apenas 22 horas antes que el pequeño.
Sin embargo la tragedia iba a ser aún mayor, ya que el pasado lunes la mujer también falleció y los doctores están casi seguros que todos sufrieron el mismo problema al corazón.
Keith Tomlin, el padre de Ashley, aseguró que su hija sufrió “lo mismo que le pasó a Jak” y que desde el fallecimiento del pequeño “estaba devastada”.
Ashley fue encontrada por su madre cuando estaba teniendo un ataque y aunque llamó a los servicios de urgencia estos no pudieron hacer nada, ya que cuando llegaron estaba sin vida.
Ahora los médicos le han pedido a todo el resto de la familia que se haga exámenes para evitar una nueva muerte.