Cassie Hepler / www.metro.us
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El botox es popular entre la gente que buscar mejorar la apariencia de sus caras. Pero hay toda una tendencia emergente en el mundo de la cirugía plástica que le da al botox un nuevo propósito. Se llama “Scrotox”, y como sugiere el nombre… es para sus testículos, chicos.
De acuerdo a los expertos, más hombres millennials están subiéndose al tren del botox y llevando la depilación a un nivel completamente nuevo. “Scrotox” es un tratamiento cosmético para el escroto con neurotoxinas de inyecciones de botox. El botox es inyectado directamente en los testículos para mejorar la transpiración, reducir las arrugas y hacer que el escroto parezca mayor en estado de relajo. El resultado, según los doctores, es una apariencia estética mucho mejor.
El dr. Douglas S. Steinbrech, de la Gotham Plastic Surgery, asegura que son más los beneficios, como el hecho de que los testículos puedan bajar mejor, reducir el dolor y mejorar la actividad sexual.
“Esta idea nació porque tengo práctica masculina y tengo pacientes que vienen y preguntan por cada mejora para sus cuerpos y su cara, y esta era una extensión lógica de mi práctica. Tengo pacientes que han venido y han querido que lo de ahí debajo sea más que una zona de relajo y no les gustaba el aspecto, con tantas ‘arrugas’, como se podría decir”, dice Steinbrech, quien ejerce en Nueva York y en beverly Hills. “Este procedimiento está aumentando en popularidad entre mis pacientes”.
Aunque el “scrotox” no está aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), Steinbrech cree que el botox es seguro de inyectar en el área testicular. El procedimiento toma aproximadamente 4 minutos y el botox hace que el músculo tarde entre dos y siete días en relajarse. No hay ningún cuidado especial, dice, y el paciente puede volver al trabajo inmediatamente después de la aplicación, e incluso ir al gimnasio el mismo día. El grupo etario que se aplica botox en los testículos va entre los 20 y los 50 años, aunque se contentra entre los 20 y los 30.
El doctor Kerem Bortecen, del “New York City Surgical Associates”, apunta a los beneficios sicológicos del “Scrotox”, los que según él pueden potencial el rendimiento sexual masculino por un tema de autoconfianza. Pero sus visiones sobre la seguridad del procedimiento son variadas.
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“Algunos expertos creen que el ‘Scrotox’ podría tener un efecto negativo en la esperma y en su fertilidad”, explica a Metro. “Los testículos están fuera del cuerpo por una razón: la esperma funciona mejor a una temperatura más baja que la del cuerpo humano”.
El escroto ayuda a regular la temperatura corporal, contrayendo y relajando los testículos más cerca y más lejos del cuerpo, dice Bortecen. Inyectar botox a esta área podría tener un efecto en esta función, y potencialmente afectar a la esperma. También existe la posibilidad de que el botox se meta en el cuerpo del hombre.
¿Es el «Scrotox» sano?
“Creo que falta hacer más investigación para conocer mejor los efectos a corto y largo plazo antes de poder recomentar el procedimiento a mis pacientes”, dice Bortecen. “Este es un procedimiento netamente cosmético, sin ningún beneficio de salud. De todas formas, creo que puede ser beneficioso para un hombre que es consciente de su escroto y que está buscando una solución”.
Un paciente que pidió mantenerse en el anonimato dice que escuchó sobre la práctica del “Scrotox” por un facultativo amigo suyo que se lo aplicó, y que “su novia no pensó que fuera ni extraño ni nada parecido”.
Con alrededor de US$500 por persona, el médico de este paciente predijo que durará unos 3 meses y que ha presupuestado unos US$2,000 al año para el procedimiento.
“Esto hará que mis testículos luzcan más grandes y más suaves, lo que hará mejor el sexo. También entiendo que esto reducirá la sudoración. Hará que mi escroto se vea mejor, sin arrugas. Tendré mejor sexo porque mi escroto será como el trasero de un bebé”, dice.