Medía 45 centímetros, nadaba como pingüino, caminaba como pato, tenía un estilo de vida de un anfibio y disfrutaba devorando presas. Así era el extraño dinosaurio Halszkaraptor escuilliei, que habitó la tierra hace 78 millones de años y cuyos fósiles fueron recientemente presentados.
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Los restos fósiles del extraño animal fueron encontrados en Mongolia, y tras un largo viaje desde las manos de contrabandistas llegó a manos de François Escudillé, quien decidió presentárselo la paleontólogo del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, Pascal Godefroi.
El científico detectó al importancia de los restos y tras ser entregado a la institución comenzó su estudio, el que concluyó con la publicación de un estudio en la Revista Nature.
Sobre la criatura, el paleontólogo del Museo Geológico y Paleontológico Giovanni Capellini en Boloña, Andrea Cau, explicó que “pensamos que el Halszkaraptor era un nadador relativamente lento, que usaba su largo cuello para cazar peces y otras pequeñas presas, tendiéndoles emboscadas”.
Los científicos concluyeron que la criatura no es ancestro de ningún ave actual y que su cuello era tan desproporcionadamente largo que debía caminar erguido para mantenerse en pie.