En medio del llanto, un adolescente de 19 intentaba relatar a la policía de la localidad de Villa Rosita en la Provincia de Buenos Aires, el brutal maltrato al que había sido sometido junto a sus hermanos tras la muerte de su madre.
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El joven apuntó a su abuelo y un par de tíos maternos, como los responsables del infierno que debieron enfrentar por los últimos años, obligados a comer sobras y a recibir latigazos en castigo por alguna falta.
Según sus palabras, el joven pudo escapar y buscar ayuda para él y sus hermanos, que fueron obligados a vivir con sus maltratadores por 13 años, la edad de hermano menor.
Incluso, detalló que antes de escapar, uno de sus hermanos había sido brutalmente golpeado por sus tíos, sin mediar ninguna provocación.
La historia reproducida por el portal El Liberal de Argentina, gráfica una serie de aberrantes hechos que sufrieron los jóvenes de 19, 15, 14 y 13 años en la vivienda, en la que sus atacantes registraban las golpizas en sus celulares.
Tras la denuncia, la policía retiró a los hermanos del lugar y los trasladó a un recinto a sustancial, donde se contactó que presentaban heridas en distintas partes del cuerpo.
El caso fue puesto en manos de la fiscal María Teresa Montes, quien determinó mantener tras las rejas al abuelo y a los tíos de los menores, mientras dure la investigación.