Es casi imposible de creer, sin embargo es la dura realidad. Una “madre” convenció a múltiples doctores de que su hijo tenía serias enfermedades, lo llevó 323 veces a distintas consultas y logró que lo operaran 13 veces mientras ella recaudaba donaciones para “pagar” los gastos médicos del menor.
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Kaylene Bowen quedó detenida bajo los cargos de lesiones graves a un menor y se le quitó la custodia del niño luego de que la justicia conociera los detalles de la gran mentira.
A los 8 días del nacimiento de Christopher comenzó la historia de enfermedades. Ryan Crawford, el padre del menor, dice que su pareja aseguró que el pequeño era alérgico a la leche, pero este nunca lo vio vomitar o tener algún tipo de reacción tras ser amamantado, señala NBC Dallas Fort Worth.
Meses después, la pareja se separó y Kaylene pidió la custodia del niño. Frente a los magistrados, la mujer “explicó” que el menor nunca iba a poder caminar y que iba a “necesitar un tubo de alimentación”.
Ryan dijo estar “horrorizado” ante la revelación de su ex porque el pequeño estaba bien y que finalmente el juez le creyó a la mujer.
Con el paso del tiempo las “enfermedades” aumentaron y Kaylene comenzó campañas para recaudar fondos para tratar el “cáncer terminal” de su hijo, un trasplante de pulmón y una cirugía cardíaca.
Varias de las operaciones se hicieron en el Children’s Medical Center de Dallas. Según los médicos, hace dos años habían enviado informes al Servicios de Protección de Menores señalando sus dudas sobre las “dolencias”, pero nunca recibieron respuestas.
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El pasado noviembres, otra vez Christopher llegó al hospital y según su madre había tenido un ataque, lo que quedó totalmente descartado tras los exámenes.
Por ese hecho se inició una nueva revisión por el servicio de protección y además una investigación criminal, la que terminó revelando la horrible conducta de la madre y la negligencia de los doctores.
Kaylene está detenida y la próxima semana la justicia realizará otra audiencia para determinar la custodia del pequeño.
Ryan Crawford dijo que se sentía culpable porque no había estado desde un principio para su hijo y siente que “nunca tuvo que pasar por estos problemas».
«Intenté una y otra vez convencer a la gente de que mi hijo no estaba enfermo y que ella estaba manipulando el sistema. No funcionó. Nadie me creyó”, sentenció entre lágrimas.