Si eres de las personas que no entiende porque dos adultos enamorados conversen como bebés de diez meses, bueno, tal vez deberías empezar a cambiar tu opinión y practicarlo con tu media naranja.
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El particular comportamiento tiene una explicación científica asociada a una relación feliz y a la forma en que nos relacionamos en nuestros primeros años con nuestras madres.
«Las parejas, hablando de esta manera, hacen referencia a su propia experiencia cuando eran bebés y a su primer amor, su madre», dice el neuroantropólogo de la Universidad Estatal de Florida, Dean Falk,a cargo del estudio.
Según el experto, esta manera de hablar ayuda en la adquisición del lenguaje de los infantes y debido a que «expresa amor»,»facilita el vínculo entre la madre y el bebé”.
En este sentido, son diversos los estudios que destacan que este tipo de conversaciones además ayuda a consolidar los vínculos y según Falk se transforma en un soporte importante de la comunicación dentro de las relaciones de los adultos.