Una abuelita fue a visitar la tumba de su esposo en el cementerio de Copiapó, tal como hace regularmente. Sin embargo, al llegar al lugar se encontró con una desagradable sorpresa.
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Esto luego que encontrara sobre la lápida una improvisada cama, con ropa interior y botellas de cerveza vacías en su zona superior, según informa Red Atacama.
Al darse cuenta de esta situación, la adulto mayor junto a su hija se dirigieron a la administración del camposanto a hacer la respectiva denuncia.
De acuerdo al medio, desde el lugar se defendieron señalando que por la zona posterior del cementerio ingresan al lugar personas en situación de calle, los cuales han amenazado a los dos rondines que deambulan en las noches por la zona.
Por lo mismo, afirmaron que han dado a conocer estos casos a Carabineros para buscar evitar que esta situación se prolongue con el tiempo.