Adolfo Coronil estaba en su casa cuando sonó el timbre y salió a ver quién era.
PUBLICIDAD
Eso fue lo último que hizo en su vida el hombre de 61 años, ya que apenas abrió la puerta lo mataron de un disparo en la cabeza, indica Crónica.
El hijo del sujeto y su esposa llamaron a la policía, la que llegó pronto al lugar ubicado en la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Ahí, los uniformados no encontraron evidencias de que la puerta pudiera haber sido forzada, por lo que estiman que Coronil conocía a su asesino, ya que abrió cuando lo vio por la mirilla.
Además, según el hijo, su padre mantenía importantes sumas de dinero en la vivienda y no había ninguna evidencia de un posible robo.
Por eso, los agentes creen que se podría tratar de un ajuste de cuentas. Además, el sujeto manejaba grandes sumas de dinero por venta en negro y también podría haber estar ligado a “bandas dedicadas a la piratería del asfalto”, señala el medio transandino.