“Asesinada por un tipo indiferente, estafador, que hacía lo que quería sin importarle la vida humana”, así parte el desgarrador relato de María Emilia Ávila Bardera en el que se desahogó en Facebook tras la terrible muerte de su hija Natalia Vargas.
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El 28 de diciembre la doctora se encontraba en Tucumán y decidió probar una nueva experiencia. La joven se lanzó en parapente, pero todo terminó en tragedia, ya que murió luego de caer desde 120 metros de altura.
Al pasar los días se han ido conociendo nuevos antecedentes e incluso el instructor que iba junto a la joven, Ariel Salazar, contó su versión de los hechos.
El sujeto, en declaraciones que reproduce Infobae, señaló que “estábamos volando y en un momento ella se da cuenta de que no estaba enganchada y comenzó a desesperarse. Yo intenté tranquilizarla…, atiné a agarrarla lo que más pude, pero cayó. Esto no sucedió porque ella haya tenido un ataque de pánico, sino que ella tuvo mucho miedo y se desesperó cuando vio que no estaba enganchada”.
“Admito que pudo haber un error humano, una distracción. Estoy consciente y asumo las consecuencias que esto puede traer para mí”, puntualizó.
Las palabras de Salazar sólo hicieron más duro el momento y ahondaron la herida de los familiares, por lo que la madre de Natalia no dio más y se desahogo por Facebook.
“La dejó caer al vacío…, como a un perro…, un asesino suelto… Ella iba a salvar vidas con células madres de enfermedades incurables…, trabajaba en el laboratorio más importante de Alemania. Que sepa esa rata inmunda que me mató a mi también”, es parte del desgarrador relato.