No es una película, pero sin duda que la historia de Gabriel Montoya dará para una.
PUBLICIDAD
El hombre de 29 años cumple condena en la cárcel asturiana de Villabona y el domingo lo encontraron inconsciente dentro de su celda.
Los gendarmes vieron que estaba cianótico y no respiraba, llamaron a los médicos y dos de ellos, con 30 años de experiencia, certificaron que tenía “signos clínicos de muerte”, indica ABC.
Tras ello, una médico forense llegó al lugar, certificó oficialmente el fallecimiento y el “cuerpo” de Montoya fue sacado de la prisión en una bolsa para cadáveres para llevarlo a la morgue del Instituto de Medicina Legal.
Ahí estuvo tres horas antes de que comenzarán a realizarle la autopsia. Uno de los doctores le marcó el pecho para hacer la incisión, pero justo antes de cortado sintieron un ronquido y el “Chino” despertó.
Además del susto, los médicos decidieron trasladarlo inmediatamente al Hospital Universitario Central donde evoluciona de buena forma.
“Casi lo enterramos vivo”, dijo un miembro de la familia, los que aún no se explican como tres profesionales aseguraron que el joven estaba muerto.
Montoya, eso sí, terminó con una neumonía, ya que estuvo más de tres horas en el frigorífico de la morgue y ya hay una investigación en curso para determinar qué extraño suceso hizo que el recluso “muriera” por varias horas.