Durante los últimos meses, el mundo vio horrorizado como una tercera guerra mundial podría sacudir el planeta en manos del líder de Corea del Norte Kim Jong-un.
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Declaraciones cruzadas con Estados Unidos y especialmente con el presidente Donald Trump, sucesivos ensayos nucleares y ejercicios armamentísticos de otras naciones para alertar a Pyongyang y la reciente polémica sobre quién tenía el botón nuclear más grande, fueron muestras de la tensión que existió en buena parte de la Tierra.
Sin embargo, en los últimos días se ha visto una Corea del Norte más pacífica. Dio muestras de cordialidad a sus vecinos del sur y tras dos años iniciaron conversaciones de alto nivel con Seúl. Además, enviará una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno en la localidad surcoreana de PyeongChang.
En ese sentido, queda la duda: ¿qué ha llevado a Kim a dejar la beligerancia y dar paso a las buenas relaciones? El discurso de Año Nuevo puede tener la clave.
De acuerdo al profesor de la Universidad Nacional de Chungnam, Cho Dong-uk, el líder supremo tendría problemas de salud, los cuales han afectado a sus riñones.
Según el experto en materia de análisis forense sobre grabaciones de audio, «las pruebas muestran que sus riñones son más débiles que otros órganos».
En declaraciones al Korea Times, señaló que Kim no presenta problemas en el pulmón ni en el corazón, pero que tras analizar la vibración, el ruido y la amplitud en la pronunciación de los sonidos del mandamás norcoreano, la conclusión es que sus riñones no funcionan bien.
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Tras esto, salta la duda: ¿será esta la razón del giro de Pyongyang o el hecho que el lunes estuviera de cumpleaños lo volvió más maduro? Habrá que estar atento a los próximos pasos del líder norcoreano.