Una terrorífica historia se vivió durante los últimos meses en Brasil.
PUBLICIDAD
En septiembre de 2017, una persona encontró un cadáver dentro de una bolsa plástica al interior de una caja de cartón en un basural ubicado en Novo Hamburgo. Al llegar la policía, descubrieron que se trataba de dos niños y una mujer, los tres cuerpos estaban repartidos por el lugar y a todos les habían cortado la cabeza.
Los exámenes de ADN confirmaron que los niños eran hermanos, hijos de padre distinto y de nacionalidad argentina. El pequeño tenía ocho años, mientras que su hermana tenía entre 10 y 12.
Los exámenes demostraron que uno de ellos estaba bajo los efectos del alcohol al momento de morir.
Los cuerpos fueron abusados, atados, cortados, decapitados y desmembrados. Dentro de los antecedentes, figura que los culpables bebieron de su sangre y comieron los cuerpos inertes.
Aun no se ha demostrado si la mujer era la mamá de los niños, pero la denuncia por la desaparición de los menores nunca se realizó, por lo que se cree que su madre podría estar
Luego de las pericias, los principales sospechosos fueron los integrantes de un culto satánico en Porto Alegre. La teoría surgió porque los fanáticos eran adoradores del dios Molosh, una divinidad asociada al sacrificio de niños en rituales de prosperidad, que curiosamente, se realizan con la sangre de dos niños que deben ser hermanos.
PUBLICIDAD
A fines de diciembre, se efectuó la denominada Operación Revelación, un procedimiento policial para entrar al sospechoso templo y detener a su líder.
En el allanamiento no se encontraron las cabezas, sin embargo, el líder y dos de sus seguidores fueron arrestados por el asesinato de los dos niños y la mujer. Uno de ellos era de nacionalidad argentina, al igual que los menores.
En el templo se encontró la imagen de un demonio, un cráneo dentro de un frasco con sangre y un pentagrama dibujado en el piso.
En el interrogatorio, el líder del culto aseguró ser “maestro y brujo” y que posee una especie de “pacto con el diablo”, además, negó haber sacrificado a los menores.
Las autoridades aseguraron haber conseguido pruebas de otros homicidios, tanto de personas como de animales.
El templo
Con solo ver el pentagrama de la entrada, se puede reconocer que ese no es un lugar normal. Al entrar, los policías pudieron divisar un altar con una tradicional representación roja del demonio con cuernos.
Llevaban un año en ese templo, la segunda sede que alcanzó a tener el culto satánico. La dirección estaba registrada legalmente.
Su líder, el “maestro y brujo” del templo, es un ente reconocido para los seguidores de la magia negra en América Latina.
El hombre dice ser adorador del dios Moloch, una divinidad pagana de raza negra, asociada al sacrificio de niños y que además aparece en un pasaje de la biblia.
La gente interesada en esa clase de rituales, según los antecedentes entregados, ha llegado a pagar 7 mil dólares para tener prosperidad. A continuación, las fotografías divulgadas por la policía local:
0 of 5