Cuando Steven Spielberg filmó «Tiburón» y dejó con trauma a millones de personas en el mundo, quienes pensaron unos segundos extras si se bañaban en el mar o no ante el temor que apareciera una de estas especies, lo hacía porque se imagina a estas especies como unos seres carnívoros que podrían quitarle la vida a un bañista.
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Sin embargo, si conociera al tiburón cabeza de pala, probablemente nunca hubiera dirigido su primera obra maestra. Esto debido a que dejó de alimentarse de cangrejos, peces más pequeños y camarones, convirtiéndose en vegetariano.
El 2007, un grupo de investigadores encontró por primera vez en esta subespecie del tiburón martillo restos de plantas marinas en su intestino, en el Golfo de México.
Esta situación llamó la atención de los expertos, por lo que la estudiante de postgrado de la Universidad de California Samantha Leigh inició una investigación para determinar si eran capaces de digerir los nutrientes de las algas y conocer más sobre la alimentación de estos tiburones.
Para esto, capturó a varios ejemplares y los sometió a una dieta 90% vegetariana y 10% carnívora, centrada especialmente en camarones. Según informa La Vanguardia, «tras tres semanas ingiriendo el mismo menú tres veces al día los tiburones ganaron peso, lo que denota la capacidad de su intestino de descomponer la materia vegetal y obtener sus nutrientes».
Meet the world’s first salad-eating shark: https://t.co/34aOYdlhGb pic.twitter.com/H51LmpRsJd
— News from Science (@NewsfromScience) January 8, 2018
«Además, mediante el análisis de la cantidad de carbono-13 –isótopo estable presente en la planta marina que se les subministró a los tiburones- contenida en el intestino de los animales estudiados pudieron comprobar cómo la sangre y los tejidos absorbieron satisfactoriamente casi el 60 % de los nutrientes. El resto se excretó sin haberse digerido», agrega el escrito.
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Los resultados de la investigación fueron dados a conocer en el encuentro anual de la Sociedad de Biología Integrativa y Comparativa efectuado en la ciudad estadounidense de San Francisco sorprendiendo a la comunidad científica, ya que se demostró que la capacidad digestiva de estos tiburones es similar a la de las tortugas marítimas, las cuales son 100% herbívoras.