«Barney es un dinosaurio que vive en nuestra mente y cuando se hace grande es realmente sorprendente!!!». Así decía la canción del dinosaurio morado que hacía felices a los niños que disfrutaban su programa.
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El personaje se convirtió en una figura reconocida a nivel mundial. Sin embargo, el hombre que personificaba a Barney nunca fue reconocido y como su rostro no era masivo, podía desarrollar su vida de manera normal, sin tener que sacarse selfies con niños o firmando autógrafos.
David Joyner, el nombre del actor que se vestía de dinosaurio día a día, ahora si logró ser un poco más conocido, luego que su nuevo trabajo se viralizara a través de redes sociales: enseña sexo tántrico.
A través de Tinder ofrece sus servicios, en donde cobra 350 dólares por tres horas de clases. Y entre sus enseñanzas figuran «un baño ritual, un balance de los chakras y un masaje», además de “orgasmos cósmicos y alucinantes».
Es que Joyner siempre estuvo cercano a este tipo de temas. Cuando todavía era Barney, reconoció que «la energía que traía mientras estaba en el traje está fundada en la base del tantra, que es el amor. Todo se desarrolla, crece y evoluciona del amor. Incluso cuando tienes la energía bloqueada emocionalmente, la mejor forma de removerla es removerla con amor, y entonces reemplazarla con el amor divino de Dios. El amor sana y te permite seguir creciendo».
«Antes de ponerme el disfraz de ‘Barney, le rezaba a Dios y le pedía que me dejara su amoroso espíritu divino para fluir a través de mí, a través del disfraz, y dejar que eso atrajera a los niños. Los niños están más conectados espiritualmente que los adultos. Muchas veces, cuando veo niños y salgo a la tienda, o lo que sea, ellos empiezan a mirar. Yo hago la broma: ‘Sabes quién soy yo'», relató.