Una farra de aquellas fue la que se mandó un ciudadano español, pero que al final terminó de la peor manera.
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El sujeto llegó hasta Valencia y decidió darse un día de fiesta. Fue a un prostíbulo, se tomó hasta el agua y terminó gastando 4.000 mil euros en sólo 15 horas.
Tras ello, parece que el hombre, del cual no se entrego su identificación, cayó en cuenta lo que había hecho y no se le ocurrió nada mejor que ir a la policía y denunciar que lo habían drogado y robado, señala El Mundo.
Según el acta que quedó en la comisaría, aseguró que “personas desconocidas le habían inducido a consumir alguna droga, perdiendo la noción del tiempo a partir de las 02.30 horas”.
Dijo que había “recobrado” la memoria al otro día a las 18.00 horas y que cuando volvió al hotel en que se encontraba alojado supo que su mujer había interpuesto una denuncia por desaparición y se dio cuenta que “le habían extraído sin su permiso unos 3.900 euros”.
Sin embargo toda su historia se derrumbo, ya que según el juez la “denuncia interpuesta no se ajustaba a la realidad”.
En la sentencia a que tuvo acceso el medio español, por la que lo condenaron a pagar 2.400 euros, se señala que el sujeto había llegado al prostíbulo Even/Eleven cerca de las 3.34 de la madrugada y salió a las 18.15. El hombre, además, sacó los 3.900 euros del cajero que está en el lugar y como incluso le faltó dinero sacó 900 euros más de la cuenta de la empresa.
Tras su alocado día y viendo el increíble despilfarro, el sujeto armó toda la historia con la que pretendía que le terminaran devolviendo el dinero gastado, pero todo le salió al revés.