Tanner Broadwell y Nikki Walsh se conocieron hace años y tras ser un buen tiempo amigos se enamoraron el uno de otro y comenzaron a compartir sus sueños.
PUBLICIDAD
Se aburrieron de su estilo de vida agitado y querían algo más que los conectara con la naturaleza y comenzar a vivir la vida de otra forma.
Ambos decidieron que el plan perfecto era salir a recorrer el mundo y para eso ahorraron un par de años y se compraron un velero de casi 9 metros.
El barco era de 1969 y gastaron una buena cantidad de dinero en repararlo para poder comenzar su aventura, señala Tampa Bay Times.
El Lagniappe comenzó de a poco a navegar y como ninguno de los dos lo sabía hacer, fue el padre de Tanner el que se dio el tiempo para enseñarles “a lo largo de la costa del Golfo, desde Alabama hasta la ciudad de Panamá”.
Cuando ya salieron solos (iban acompañados sólo por su mascota Remy), arribaron primero a Tarpon Springs en Florida. Luego de preparar todo para el viaje iniciaron el camino, pero a los dos días el sueño terminó en el fondo del mar.
Era de noche e iban por canales en los que nunca habían navegado y terminó ocurriendo la tragedia. El velero chocó con un banco de arena y el agua empezó a entrar por todos lados.
PUBLICIDAD
En medio del caos lograron llamar para pedir ayuda, pero esta sólo llegó una hora después y no podían acceder al lugar, por lo que la pareja junto, a unas pocas pertenencias que lograron rescatar y a su perro, tuvieron que saltar al mar y llegar por sus propios medios a las lanchas.
«Acabo de perder todo lo que poseía. Veo mis cosas flotando y no puedo alcanzarlas”, dijo Nikki una vez que fue rescatada.
La pareja apenas cuenta con 90 dólares en sus bolsillos y la Guardia Costera los notificó que tienen que sacar su bote de dicho lugar (el barco se puede ver cuando baja la marea) y que el costo llegaría a los 10 mil dólares.
Ahora dependen de sus familiares y amigos para sobrevivir, pero a pesar de todos los problemas Tanner asegura que no renunciarán a su sueño, aún cuando esté bajo el mar.
«No voy a rendirme ahora. Voy a conseguir otro barco. No podemos simplemente renunciar a nuestros sueños”, señaló.