Pensaba que era invisible, pero ya lo estaban rastreando. Tenía un futuro brillante, fue alumno de geofísica en la Universidad de Cambridge y posteriormente, profesor en la Universidad de Birmingham, en todos lados era conocido como una persona “extrovertida”, el «alma de la fiesta».
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Mientras estudiaba, una vez le comentó a un compañero que había puesto cámaras ocultas en el baño para filmar a mujeres desnudas. Su «amigo» solo rió, sin saber que Falder, de ahora 29 años, se convertiría en un prolífico delincuente sexual.
Conocido profesionalmente como el Doctor Matthew Falder, esta mente criminal logró llevar una doble vida durante al menos ocho años. Fue arrestado en junio del año pasado, y por fin recibió su sentencia: deberá pasar 32 años en prisión.
Según indicaron las víctimas, se hacía pasar por una artista con depresión, quien “necesitaba inspiración” para sus cuadros. Chantajeaba a adolescentes vulnerables para que le enviaran fotos íntimas y los involucraba en «enfermas» torturas psicológicas.
En el expediente figura que una vez obligó a una escolar a grabarse lamiendo asientos de baño, un tampón usado y comer comida de perro. Otro testimonio involucró a un chico obligado a comer de sus propias heces y beber orina.
Según indica el sitio The Sun, en una oportunidad inventó ser una joven anoréxica para inducir a un adolescente esloveno al suicidio. En otra instancia, obligó a un padre a violar a su propio hijo, tal como indica el sitio británico Metro.
Participaba activamente en foros de la web oculta o más conocida como «Deep Web”, con usuarios como “evilmind” y “666evil”. Se estima que utilizó cerca de 70 identidades para contactar a unas 200 personas en todo el país y también en el extranjero.
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Al parecer, como era tan inteligente, utilizaba sus conocimientos de informática para encriptar correos y fotografías, evitando su detección en línea.
Entre los tantos delitos, buscó a una niña de 14 años para ser su “pareja” y comenzó a inducirla al suicidio, para luego reírse del caso con otros pederastas. También se le culpa de incitar a la violación a un niño de cuatro años.
El letrado admitió 137 cargos en su contra, entre los que destacan violación, asesinato y pedofilia, relacionados con 46 denunciantes.
Según la definición entregada por peritos, Alder posee una personalidad “altamente manipuladora”, chantajeaba a sus víctimas para que le enviaran fotos íntimas y “degradantes”.
La larga investigación internacional estuvo en manos de la Agencia Nacional del crimen Británica, quienes iniciaron la búsqueda luego de ser alertados de tres intentos de suicidio, todos supuestamente víctimas de un hombre con las mismas características. Les tomó cuatro años encontrar al culpable.
Matt Sutton, el principal investigador de la Agencia, declaró luego de la sentencia que Falder “se deleitó” mientras provocaba angustia y dolor profundo.
La policía británica se refirió a este pedófilo como “el peor de los peores”. Fueron necesarios más de 100 investigadores, varios de ellos extranjeros, para dar con su identidad.
Hasta el momento se han reconocido 24 víctimas, de las cuales 18 eran menores de edad al momento del crímen, tres de ellas de no más de 15 años.