Si primero fueron las paltas sin cuesco, para que los europeos puedan comerla sin provocarse heridas en las manos al momento de partirlas, la innovación agrícola ahora fue aplicada a los plátanos.
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Aunque esta vez la idea no fue de la ciencia, sino más bien de un grupo de agricultores japoneses que pensaron en como hacer más eficiente el consumo de esta fruta.
De esta manera lograron crear bananas cuya piel es comestible, es decir, pueden consumirse de forma segura sin necesidad de pelarse.
Los encargados de la granja a cargo de esta innovación, lograron materializar su idea congelando y descongelando la fruta, haciendo la cáscara más suave y digerible.
“La motivación para su desarrollo fue el hecho de que querían comer un plátano que era delicioso y seguro”, explicó el portavoz de loas agricultores a través de un comunicado al medio inglés The Guardian.
El resultado de su investigación se transformó en los plátanos “Mongee”, lo que literalmente se traduce como “bananas increíbles”.
El producto sólo se comercializa en japón y de acuerdo con un sitio de reseñas culinarias el fruto tiene una piel relativamente más ligera que una banana regular, lo que la hace “más fácil de comer”.