Los celulares de alta gama que se fabrican hoy día no son muy diferentes entre sí, al menos, en apariencia. ¿Cómo destacarse entonces de entre la multitud de dispositivos rectangulares con pantallas enormes que colman el mercado?
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La clave está en el interior: la inteligencia del teléfono. Y, más concretamente, la llamada inteligencia artificial, que sirve para cosas como crear emojis animados.
Los últimos lanzamientos de Samsung y Apple, los dos mayores fabricantes de teléfonos móviles del mundo, son un reflejo de ello.
Primero —a finales de 2017— la compañía de Steve Jobs lanzó su esperado iPhone X, su celular más caro hasta ahora (US$999), que incluye entre sus grandes novedades los "animojis".
Su sistema es capaz de capturar hasta 50 tipos de movimientos musculares diferentes para crear 12 emojis, explicó el desarrollador de la compañía, Steve Troughton-Smith.
Cuenta con un sensor en tres dimensiones que identifica y selecciona los gestos.