Simplemente brutal. Así definen los medios argentinos el asesinato de una anciana de 80 años, y que sólo se podía desplazar con la ayuda de una silla de ruedas, a manos de su sobrino.
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El horrendo crimen quedó al descubierto en la ciudad de Coronel Pringles en el sur de la provincia de Buenos Aires luego de que un sobrino nieto de María Pontaut la encontrara en el suelo de su casa y en un charco de sangre.
La “Tuta”, como era conocida en el vecindario, había salido con Manuel, hijo del victimario, a realizar unos trámites bancarios y luego la mujer volvió al domicilio, señala Clarín.
Horas más tarde, el joven de 20 años fue a la casa de su tía abuela, pero se inquietó porque esta no le abría, por lo que decidió saltar la pandereta.
Cuando miró dentro de la vivienda vio a la mujer tirada en el piso sobre un charco de sangre y llamó de inmediato a la policía.
Los uniformados señalaron que la mujer había sido degollada y las primeras diligencias apuntaron a Andrés Pontaut, sobrino de María y padre de Manuel.
El sujeto reconoció casi de inmediato el hecho y le dijo a la policía que su tía lo tenia “cansado” y que por eso la había matado.
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“Me tenía podrido esta vieja de mierda”, indicó Andrés al momento de ser detenido.
En la casa del hombre de 50 años los agentes encontraron 500 mil pesos argentinos, un cuchillo de oro y plata que habría sido el arma utilizada para degollar a la víctima, un revólver calibre .38, unas llaves y un celular propiedad de la “Tuta».
Además, encontraron cenizas correspondientes a la vestimenta que habría llevado el sujeto al momento de cometer el asesinato.