Las autoridades intentan descubrir por qué los agentes de policía que respondieron a un llamado a emergencias fueron a una dirección equivocada, donde un hombre abrió fuego, mató a un agente e hirió a otros dos antes de morir a su vez.
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El sargento Bill Lowe dijo que el autor de la llamada al 911 el martes por la noche no habló con la policía, pero se escuchaba una discusión entre dos mujeres, de manera que se envió a varios agentes a verificar, por motivos que aún se desconocen, los agentes fueron enviados al domicilio en Clinton, Missouri, donde se les disparó en lugar de la casa de donde se hizo la llamada, a unos 24 kilómetros de distancia en Windsor.
Los tres agentes entraron a la casa para verificar si había alguna actividad delictiva, y el hombre que se encontraba ahí, James Waters, les disparó, dijo Lowe.
En una comunicación policial interceptada se escucha a Christopher Ryan Morton decir que ha recibido “varias heridas” y no cree poder salir de la casa. La telefonista le suplica, “quédate con nosotros”.
Los dos agentes heridos pudieron salir de la casa, pero Waters se atrincheró en el interior e intercambió disparos con decenas de agentes que llegaron más tarde, informó el diario Kansas City Star. La vecina Sheryl Long dijo los agentes le suplicaron a Waters que les permitiera atender a Morton.
Cuando los agentes pudieron entrar, horas después, tanto Morton como Waters estaban muertos. No se pudo determinar de inmediato si Waters se suicidó o fue abatido por la policía.
Waters había purgado varias penas de cárcel, generalmente por drogas. Su primo John Rudolph dijo al canal KCTV que tenía “problemas mentales”, y que a pesar de su prontuario criminal lograba conseguir armas.