Según datos del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), en Chile, las mujeres comienzan a sufrir acoso sexual a partir de los 14 años, mientras que el 20% de las mujeres con 18 años o más, lo sufre todas las semanas.
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Aunque no es poco común que niñas menores a los 14 años sean víctimas de situaciones de acoso callejero, por eso la indignada carta escrita por Victoria Lizama en Facebook, donde relata la experiencia que enfrentó su hija de 10 años se transformó en viral y terminó abriendo nuevamente la discusión en esta materia.
En la carta, que ha sido compartida más de mil quinientas veces se lee cómo la mujer debió enfrentar lo que califica como una de las cosas a las que “más le tenía miedo”.
“Un hombre interceptó a mi hija de 10 años, intentó acercarla a su auto y cuando ella no se acercó se bajó los pantalones y le mostró el pene mientras se masturbaba”, comienza la carta.
“La Gabi corrió donde una amiguita que fue la casa más cercana y me llamó, acudimos a carabineros sabiendo que no hay mucho que hacer porque no existe una ley en contra del acoso callejero, ni nada que sancione una acción así, este sistema patriarcal asegura a los hombres la máxima impunidad ante actos de violencia extrema hacia niñas y mujeres, porque la Gabi corrió y gritó el tipo no la subió al auto”, agregan cuestionando la falta de normativas para atacar este tipo de ataques.
“Todo pasó en un trayecto corto y conocido por ella, en el que se sentía segura, pero ya no, hoy la Gabi aprendió que debe tener miedo y que no puede andar sola, hoy aprendió a andar saltona y mirando para atrás porque puede aparecer alguien y puede sin problemas mostrarle el pene”, continúa el relato.
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“Gabriela tiene 10 años recién cumplidos y ha vivido como todas los embates del machismo desde que nació, pero hoy sintió ese terror a que te maten , al que te violen, al que te toquen con el que todas nos relacionamos a diario, le aclaré que no es su culpa ni su esponsabilidad, pero ahí está.. con miedo a los 10… He intentado combatir desde mi espacio más mínimo el machismo, mi casa y mi trabajo, pero no basta, no somos exageradas ni alaracas.. a mi hija le toca, como a todas levantarse y con rabia seguir adelante, olvidar el miedo y continuar la lucha y seguir el camino que muchas han trazado, no estas sola Gabi, somos muchas y estamos juntas…”, concluye.
Los comentarios al texto no se hicieron esperar y muchas personas se sintieron identificadas, compartiendo historias personales de acoso o de otras víctimas cercanas.
Cabe mencionar que en Chile no existe una regulación en esta materia y que para denunciar esos hechos solo se puede recurrir al artículo 373 del código penal que identifica el delito de “Ofensas al Pudor”.
En abril de 2016 se avanzó en el proyecto que sanciona el acoso sexual callejero y lo califica como “todo acto de naturaleza o connotación sexual, cometido en contra de una persona en lugares o espacios públicos, o de acceso público, sin que mantengan el acosador y la acosada relación entre sí, sin que medie el consentimiento de la víctima y que produzca en la víctima intimidación, hostilidad, degradación, humillación, o un ambiente ofensivo en los espacios públicos”.
Pero pese a su aprobación en la Cámara de Diputados, el proyecto que estancado en el Senado, a la espera de continuar con su siguiente trámite legislativo.