“Mamá, yo estaba en el patio y unos niños me agarraron por la espalda y me sacaron el cordón de mi polerón y me lo enrollaron en el cuello , después me llevaron al escenario abajo y me patearon la cabeza y las piernas”, esas fueron las palabras que el niño de 6 años víctima de bullying, uso para contarle a su madre acerca de la traumática experiencia que había vivido en su colegio.
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Un relato que la mujer compartió un su Facebook y generó indignación especialmente porque -según el texto- nadie en el colegio ayudó a su hijo.
Pero el enojo siguió creciendo luego que la dirección provincial del Biobío del Colegio de Profesores, asegurara a través de una declaración pública que lo ocurrido al niño fue solo un juego en un contexto “de patio, juego y recreo”.
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«Se trata de un hecho “aislado”, que no son situaciones que ocurren a diario en el establecimiento, ya que existe un muy buen ambiente laboral, académico de relaciones interpersonales, con presencia incluso de apoderados en la sala de clases como apoyo al trabajo docente», dice la declaración.