A veces uno piensa que las cosas pueden salir mal, pero la vida es tan jodida en ocasiones que no solo te va pésimo en algo, sino que te va verdaderamente horrible. Algo así le pasó a una joven estadounidense de 17 años oriunda de la ciudad de Buffalo.
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Según informa el Star Tribune, la adolescente fue con toda la intención de aprobar su examen práctico para obtener la licencia de conducir. El problema fue que ni siquiera alcanzó a partir cuando todo se derrumbó para ella.
Esto luego que al momento de echar a andar el vehículo, apretó demasiado el acelerador incrustando el automóvil en la oficina de los instructores de manejo, dejando daños de consideración.
Y si bien ella quedó sin lesiones, la encargada de supervisarla en la prueba de manejo, una mujer de 60 años, debió ser hospitalizada tras quedar con contusiones. Además, sufrió un ataque de ansiedad producto de lo que ocurrió.
Cabe mencionar, por si quedó alguna duda, que la joven fue rechazada y no logró obtener la licencia.