Una nueva política educativa anunció la Universidad Kunming, en la provincia China de Yunnan, para evitar que sus alumnos se emborrachen en sus campus.
Desde ahora, cada vez que detecte a algún alumno consumiendo alcohol, o intoxicado, le tomará una foto y se la enviará a los padres del estudiante.
Esta no es la primera medida que adopta la universidad que se encuentra colindante a una cuadra llena de vares de la ciudad.
El semestre pasado y con el fin de evitar que los alumnos se fueran de fiesta, enviaban a un representante con un megáfono a recorrer los locales para pedirles a los estudiantes que regresaran a sus dormitorios.
Según reproduce el sitio Shine.com no todos los estudiantes están contra la medida. “Creo que es algo bueno (…) a veces veía estudiantes borrachos hablando en voz alta y caminando inseguramente por la noche en el campus, lo que influía en los demás y era perjudicial para la imagen de la escuela”.