Anthony Grimmond deberá pasar tres años y cuatro meses tras las rejas luego de ser declarado culpable de un accidente automovilístico que le costó la vida a la hermana de su prometida.
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La historia, eso sí, es aún más terrible, ya que Leanna Culver, la víctima, había recibido una devastadora noticia el día anterior, cuando los médicos le dijeron que le quedaban sólo 18 meses de vida debido a una cardiopatía isquémica, indica The Sun.
Grimmond apenas llevaba 10 clases en una escuela para conductores, por lo que no tenía ni licencia ni seguro, pero de igual forma manejó su auto camino a casa con Leanna en el asiento del copiloto.
El joven perdió el control en una curva luego de esquivar un animal y luego de “entrar en pánico” pisó el acelerador en lugar del freno, por lo que chocaron a toda velocidad contra un poste del alumbrado público.
“Le quité la vida”, le dijo Grimmond a uno de los policías que llegó a la escena, al que además le contó devastado que a su cuñada sólo le habían dado “18 meses para vivir ayer”.
En la corte de Maidstone, el joven se mostró absolutamente arrepentido y reconoció ante el juez que el día anterior al fatal accidente había intentado suicidarse con una “sobredosis de pastillas antidepresivas”.
Por su parte, Chloe, la prometida de Grimmond, señaló que su vida había cambiado para siempre, pero que no culpaba a Anthony por la muerte de su hermana.
“Sé que no quería que esto sucediera. Fue un accidente. Sabía que no debía haber conducido y tendrá que vivir con eso por el resto de su vida”, agregó la joven según señala el Daily Mail.