De los diez terremotos más destructivos y mortales en la historia de la humanidad, cinco ocurrieron en una región de China. Esto no quiere decir que hayan sido los más fuertes en las escalas de medición, sino que dejaron en el suelo ciudades completas y se llevaron gran cantidad de vidas humanas.
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Por ese motivo es que los científicos de ese país han trabajado incansablemente en la posibilidad de predecir terremotos y evitar nuevamente tragedias de esta magnitud.
La idea ahora es lograr aumentar la posibilidad de adelantarse a los movimientos telúricos hasta en tres semanas y para ello están construyendo una gigantesca red de monitoreo subterránea.
Los sismólogos chinos han decidido instalar 2 mil estaciones de monitoreo, entre los 6 y 20 kilómetros de profundidad, para detectar la dinámica del estrés y la energía del área donde se originan la mayoría de los terremotos destructivos.
Según los datos aportados por Wang Tun, el científico principal del proyecto, los sensores estarán instalados en las regiones de Sichuan y Yunnan, las más activas sísmicamente.
Los datos recopilados ayudarán, según Wang, a crear pronósticos públicos para los terremotos con magnitudes de 5.0 y superiores hasta con tres semanas de anticipación.
Se espera que la red de monitoreo en las regiones mencionadas esté operativa en 2019, para luego sumar al resto del país.
De comprobarse la efectividad del sistema, los científicos no dudan en ayudar a otros países a instalar sistemas similares para predecir movimientos de magnitud sobre 5.0.